¿Es posible que una película inspire un evento real? La respuesta podría encontrarse en una famosa película de 1996, The Rock, que tuvo un gran éxito y recibió elogios tanto del público como de los críticos. Sin embargo, parece que la trama de la película no solo cautivó a los espectadores, sino también a agencias de inteligencia como el MI6 británico. Un informe reciente sugiere que el MI6 utilizó la historia de la película para ayudar a justificar la intervención militar y la invasión de Irak, como si el director de la película, Michael Bay, fuera el principal responsable de la invasión debido a su creación de esta obra maestra cinematográfica.
Esta información surgió de la investigación Chilcot, una investigación de siete años sobre el papel del Reino Unido en la invasión liderada por Estados Unidos en Irak en 2003. La investigación buscaba proporcionar una imagen completa de la conducta del Primer Ministro Tony Blair antes de la guerra y su manejo de la inteligencia, especialmente en relación con el mal uso de la información para afirmar que Irak poseía armas de destrucción masiva. El informe de 2016 reveló que los servicios de inteligencia británicos se habían basado en la trama de The Rock como fuente de información para apoyar su caso para la guerra y la destitución del líder iraquí Saddam Hussein.
En la película, el actor Ed Harris interpreta a un comandante militar que, con la ayuda de soldados leales, se apodera de un stock de cohetes armados con gases nerviosos mortales y toma el control de la prisión de Alcatraz. Amenaza con lanzar los cohetes sobre San Francisco si el gobierno estadounidense no satisface sus demandas. Para detenerlo, el especialista en armas químicas del FBI, Nicolas Cage, y el ex preso de Alcatraz, Sean Connery, que se había escapado previamente de la prisión, son llamados. Logran frustrar el plan y salvar la ciudad.
El elemento de la película que llamó la atención del MI6 fue el gas nervioso VX, que el personaje de Harris almacenaba en contenedores esféricos de vidrio llenos de un líquido verde. Un informe del MI6 de septiembre de 2002 indicaba que una nueva fuente no identificada había proporcionado información que sugería que Irak había desarrollado capacidades excepcionales en armas biológicas y químicas, incluido el gas nervioso VX, el sarín y el somán, almacenados en contenedores, incluidas esferas de vidrio. Los analistas dentro de la agencia de inteligencia se sorprendieron inicialmente por las similitudes con la película The Rock.
Según la investigación Chilcot, los contenedores de vidrio no se utilizan normalmente para armas químicas y la película representaba de manera inexacta los gases nerviosos almacenados en esferas de vidrio. A pesar de estas preocupaciones, los analistas de inteligencia continuaron confiando en la misma fuente en un informe que afirmaba que Irak aceleraría sus programas de armas químicas y biológicas y construiría instalaciones adicionales. Esta información fue utilizada por el Primer Ministro Tony Blair y el Secretario de Estado Jack Straw para justificar la guerra. Sin embargo, en febrero de 2003, el MI6 confirmó sus sospechas al revelar que la fuente había mentido. Sin embargo, los preparativos para la guerra en Irak ya estaban en marcha, lo que llevó a la invasión en marzo del mismo año. Posteriormente, los servicios de inteligencia británicos localizaron a la supuesta fuente de la información falsa, que había afirmado haber obtenido los detalles de una persona involucrada en el programa de armas químicas de Irak antes de 1991. Tras una investigación exhaustiva, el MI6 concluyó que la fuente había sido engañosa desde el principio, contribuyendo así a la implicación del Reino Unido en la guerra.
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