A lo largo de los siglos, las sociedades humanas comenzaron a comprender la naturaleza de la muerte y la importancia de rendir homenaje a aquellos que parten hacia el otro mundo. Muchas prácticas funerarias emergieron alrededor del mundo, reflejando diversas creencias y costumbres culturales, algunas de las cuales pueden parecer especialmente extrañas. Con el tiempo, muchos de estos rituales han desaparecido, pero sus vestigios permanecen, incluidos los enigmáticos sarcófagos suspendidos encontrados en China. Estos antiguos contenedores funerarios, suspendidos sobre acantilados montañosos, fascinan a científicos e historiadores que se esfuerzan por descubrir las razones detrás de estas prácticas inusuales.
En China, especialmente en las regiones remotas de montañas y valles de las provincias de Sichuan, Yunnan y Guizhou, los visitantes podrían sorprenderse al encontrar ataúdes suspendidos en el aire, colgados de pendientes empinadas. Algunos de estos ataúdes cuelgan de cuerdas, otros están encajados en grietas o cuevas excavadas en la montaña, mientras que otros están fijados en salientes rocosos o vigas de madera ancladas en las rocas. Estos sarcófagos suspendidos crean un espectáculo dramático e inquietante que ha intrigado a los investigadores durante décadas.
Al examinar de cerca los sarcófagos suspendidos, se puede observar una gran diversidad de tamaños, formas y edades, siendo los más antiguos de más de 3,000 años y los más recientes de aproximadamente 1,500 años. Cada ataúd está tallado en un solo trozo de madera, tratado y aceitado para protegerlo de las inclemencias del tiempo. Algunos están decorados con adornos y revestimientos. Estos ataúdes están suspendidos en acantilados, reposan sobre salientes o vigas de madera fijadas en las rocas, o se encuentran en el interior de cuevas de difícil acceso, ya sean naturales o excavadas por el hombre. Muchos de estos ataúdes aún contienen restos humanos y objetos personales como fragmentos de ropa, cerámica, joyas, instrumentos musicales, cuchillos, figuras de jade y otras pertenencias del difunto. Es notable que estos ataúdes fueron elevados con gran esfuerzo mediante métodos poco claros, conteniendo ya sea un solo cuerpo o varios cuerpos.
Muchos atribuyen estos sarcófagos suspendidos al pueblo Bo, que vivió en estas regiones hace unos 3,000 años en las provincias de Sichuan y Yunnan. Desaparecieron misteriosamente hace aproximadamente 400 años, algunos sugiriendo que huyeron de la persecución como minoría étnica tras la llegada de la dinastía Ming. Otros grupos étnicos, como el pueblo Juyoi, que también habitaron estas zonas remotas, también se cree que tenían prácticas funerarias similares. Estos sarcófagos permanecieron ocultos hasta la década de 1970, momento en el que su descubrimiento provocó gran intriga y confusión.
Hasta la fecha, el propósito de estos sarcófagos suspendidos, que suman más de 300, sigue sin estar claro. A pesar del esfuerzo considerable necesario para elevarlos a cientos de metros en el aire y la complejidad de formar cuevas y fijar vigas de madera en las rocas, los métodos utilizados siguen siendo un misterio. Las teorías sugieren que podrían haber sido descendidos desde la cima de la montaña o elevados mediante andamios avanzados, y algunos incluso especulan sobre el uso de magia real. La teoría más plausible es que las tumbas elevadas serían menos propensas a ser saqueadas o profanadas por animales salvajes y ladrones, y evitarían ocupar tierras necesarias para la agricultura. También se ha observado que cuanto más alto están los ataúdes, más lujoso es su contenido, lo que sugiere que podrían haber estado destinados a acercar a los difuntos a los cielos o a indicar un estatus social más alto. Otras teorías proponen que podrían haber servido para preservar mejor los cuerpos o para exhibir el estatus social del individuo.
Sin embargo, en ausencia de documentos escritos sobre estos ritos, la verdadera naturaleza de los sarcófagos suspendidos sigue siendo elusiva. Se han descubierto prácticas funerarias similares en Filipinas e Indonesia, aunque cualquier vínculo entre estos sitios sigue siendo incierto.
En los últimos años, estos sarcófagos suspendidos han atravesado períodos difíciles, muchos cayendo de sus lugares en las rocas debido a la deterioración. Algunos han sido saqueados o profanados por visitantes, con un ataúd encontrado con una cigarreta dejada en la boca de un cráneo, y otros destruidos por incendios. A pesar de los daños y los desafíos para preservar estos antiguos artefactos, se continúan haciendo esfuerzos para proteger y estudiar este patrimonio.