En ocasiones, la naturaleza puede mostrar una faceta inquietante y poco apreciada. Se sabe que con un esfuerzo mínimo, la naturaleza puede destruir edificios, infraestructuras e incluso ciudades, representando una amenaza significativa para la vida humana. A pesar del avance tecnológico sin precedentes de la humanidad, aún no estamos completamente preparados para enfrentar algunos de sus misterios persistentes. Uno de estos misterios es el fenómeno de las aberturas peligrosas en las dunas de arena del Monte Bald, en Indiana, Estados Unidos. Estas aberturas aparecen repentinamente y de forma aleatoria bajo los pies de las personas, engulléndolas por completo y cerrándose detrás de ellas, presentando un peligro mortal si no hay nadie cerca para ofrecer ayuda.
El Monte Bald es una enorme duna de arena ubicada en el Parque Nacional Dunes de Indiana, que se extiende por 15,000 acres a lo largo de la extensa costa del Lago Michigan. El parque es famoso por sus playas, a veces llamadas la Cuarta Costa de América. Es conocido por sus dunas de arena, especialmente el Monte Bald, una duna imponente de 38 metros, la mayor duna de arena en la orilla sur del Lago Michigan. Popular entre los senderistas que suben para disfrutar de las impresionantes vistas del lago, la región también alberga un lugar popular para tomar el sol. Muchos senderos para observación de aves rodean estas dunas, y la playa cercana atrae a nadadores de toda América.
A pesar de la belleza pintoresca de las dunas del Monte Bald, también se les conoce como las “dunas errantes” o “dunas vivas”, lo que indica su tendencia a moverse con el tiempo. En general, estas dunas se desplazan entre 1,5 y 2 metros al año. Sin embargo, debido a la erosión y la pérdida de vegetación causadas por la alta afluencia de visitantes, su movimiento ha aumentado considerablemente en la última década, alcanzando entre 3 y 6 metros al año. Este rápido desplazamiento es alarmante, dado el tamaño de la duna, que tiene el potencial de engullir árboles, rocas, vehículos e incluso edificios.
El misterio del Monte Bald va más allá de su rápido desplazamiento. La intriga aumentó en 2013 cuando un niño pequeño, Nathan Wessner, fue súbitamente engullido por una duna de arena mientras caminaba por ella. Con solo seis años, desapareció sin previo aviso en un agujero que se abrió debajo de él, similar a una boca lista para devorar su presa. Afortunadamente, las personas cercanas escucharon los gritos del niño y acudieron a su rescate, descubriendo que estaba completamente sumergido. Para cuando los rescatistas llegaron, el niño estaba enterrado bajo 3,5 metros de arena. Después de una lucha de 11 horas, finalmente fue rescatado con vida de su prisión de arena.
A pesar del incidente, los geólogos han dudado de la historia, ya que es difícil que tales agujeros se formen fácilmente en dunas de arena, que están compuestas por partículas granulares sin bolsillos de aire y no tienen agua corriente debajo para formar tales agujeros. Sin embargo, la aparición posterior de agujeros similares y los testimonios de otros visitantes que han encontrado el fenómeno han confirmado que es una verdadera preocupación. Los senderistas del Monte Bald han informado de aperturas repentinas bajo sus pies, aunque estos agujeros generalmente no superan 1,5 metros de profundidad y no han causado muertes. No obstante, las dunas claramente representan un lugar peligroso, y solo es cuestión de tiempo antes de que alguien sufra lesiones graves o peor.
Es notable que estos agujeros suelen tener un diámetro similar y parecen aparecer y desaparecer sin previo aviso. La mayoría de ellos permanecen abiertos solo un día antes de cerrarse completamente, como si nunca hubieran estado allí. Esto llevó a la Agencia de Protección Ambiental a realizar una investigación utilizando radar de penetración terrestre, revelando 66 puntos inusuales bajo las dunas de arena. Sin embargo, debido a la naturaleza efímera de estos agujeros, ha sido difícil estudiarlos adecuadamente o establecer un vínculo entre estos casos y los agujeros en sí.
Aunque se han identificado varios agujeros visibles y desaparecidos, su origen sigue siendo desconocido, dejando a los científicos desconcertados. Han estudiado los sedimentos, analizado los patrones de viento y mapeado la topografía de la región. La geóloga Erin Argilan, una de las muchas investigadoras dedicadas a resolver el misterio de los agujeros del Monte Bald, ha declarado que estos agujeros representan un nuevo fenómeno geológico. Ella especificó que difieren de los sumideros que se ven en las noticias, que engullen casas y automóviles, ya que estos generalmente se forman cuando las superficies rocosas se degradan con el tiempo debido al agua.
Actualmente, estos agujeros misteriosos representan una amenaza para los miles de visitantes que vienen a ver las dunas cada año. Para garantizar la seguridad pública y evitar más víctimas, el Servicio de Parques Nacionales ha cerrado el acceso al Monte Bald y ha prohibido la entrada a la zona adyacente hasta que se obtenga más información sobre la situación. Se han instalado numerosos letreros y barreras para mantener a las personas alejadas, y los guardias patrullan para hacer cumplir estas medidas. Se espera que la gestión de la erosión mejore mediante la siembra de hierba de marram, cuyas raíces estabilizan la arena.
En el futuro cercano, los investigadores planean continuar monitoreando y estudiando estos agujeros, pero por el momento solo tienen hipótesis. Una de ellas sugiere que los árboles enterrados que se descomponen bajo la arena podrían ser responsables de este fenómeno, especialmente con el aumento alarmante de la velocidad de las dunas del Monte Bald en los últimos años debido a la erosión causada por la pérdida de vegetación en sus laderas debido a actividades humanas como la extracción de arena para la producción de vidrio. Todos estos factores podrían haber llevado a las dunas a engullir árboles u otras estructuras bajo la arena, que, con el tiempo, se volvieron inestables y causaron estos agujeros de manera espontánea. La pregunta sigue sin respuesta: ¿por qué estas enormes dunas parecen intentar tragar a las personas vivas? Mientras no obtengamos respuestas, el Monte Bald mantendrá sus secretos mientras continúa su avance implacable a través de la tierra, devorando todo a su paso.