Muchos países alrededor del mundo tienen paisajes naturales impresionantes que atraen a millones de turistas cada año, seducidos por su encanto y belleza. Grecia, con sus numerosas islas y playas, se destaca como un destino turístico de primer nivel. Sin embargo, hay una región única en Grecia que está prohibida para las mujeres. Esta región, conocida como Monte Athos, es accesible exclusivamente para hombres. Por lo tanto, si eres una mujer que está leyendo este artículo, te aconsejamos que te detengas aquí. Para los hombres, bienvenidos al Monte Athos.
Para entender mejor el Monte Athos, un lugar al que las mujeres tienen prohibido acceder, es importante señalar que se encuentra en la costa noreste de Grecia. Esta península montañosa abarca 335 kilómetros cuadrados y, aunque está bajo soberanía griega, opera como un estado monástico autónomo desde la época bizantina. Debido a su importancia cultural, está incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1988, sirviendo como un refugio sagrado para más de dos mil monjes ortodoxos provenientes de Grecia y otros países durante más de 1000 años.
Debido a su estatus sagrado, las mujeres tienen estrictamente prohibido entrar o incluso acercarse al Monte Athos. Los animales y aves hembras también están prohibidos, con la excepción de los pájaros machos en jaulas y los toros machos que pastan en los campos de la península. La única excepción a esta regla es la presencia de gatos. Aunque esta prohibición pueda parecer extraña, está arraigada en las tradiciones ortodoxas. Según estas tradiciones, se dice que la Virgen María visitó el Monte Athos cuando desvió su trayectoria navegando de Jaffa a Chipre y quedó profundamente enamorada del lugar. Por lo tanto, las mujeres no visitan esta área, que se considera un «Jardín de la Virgen María», siendo la Virgen la única presencia femenina.
Para visitar el Monte Athos, el primer paso es enviar una copia de tu pasaporte a la «Oficina de Peregrinaciones del Monte Athos» junto con tus datos personales, como tu nombre, el nombre de tu padre (y no el de tu madre), y la fecha de llegada prevista. Esto es necesario para obtener un permiso. Cada día, 100 visitantes ortodoxos y 10 visitantes no ortodoxos masculinos están autorizados a permanecer hasta tres noches en uno de los veinte monasterios de la península. Los visitantes son transportados en barco y ferry, y las mujeres tienen estrictamente prohibido acercarse a las costas a menos de 500 metros. Los niños también son permitidos, siempre y cuando estén acompañados por un adulto, generalmente su padre. Los monjes y los visitantes comienzan su día a las 4 a.m., y los monasterios cierran sus puertas después del atardecer. Los monjes pasan sus días en oración y trabajo colectivo, incluyendo la agricultura. El uso de teléfonos móviles e Internet está permitido.
Debido a las estrictas regulaciones del Monte Athos, uno de los principales desafíos que enfrentan sus habitantes es la falta de huevos y productos lácteos, ya que no hay animales hembras como gallinas, bovinos o búfalos. Estos productos se importan en pequeñas cantidades. El consumo de carne también está prohibido, y la dieta se basa principalmente en pan, verduras, frutas y pescado.
¿Alguna vez han visitado las mujeres el Monte Athos?
Por supuesto, es una pregunta que surge para muchos lectores. La respuesta es sí, pero en circunstancias excepcionales. Durante la guerra civil griega en los años 1940, el Monte Athos ofreció refugio seguro a muchos campesinos, incluidas mujeres y niñas. En 1953, una mujer llamada Maria Boumenidou se disfrazó de hombre y visitó la península durante tres días, causando gran conmoción. Esto llevó a las autoridades griegas a promulgar una ley que prohíbe la entrada de mujeres al Monte Athos, con sanciones de hasta 12 meses de prisión para los infractores. En 2008, cuatro mujeres de Moldavia fueron desembarcadas en las costas por traficantes ucranianos, fueron brevemente detenidas por la policía y luego liberadas después de que los monjes les perdonaran por el error. La prohibición sigue enfrentando oposición dentro de la Unión Europea, con críticas de mujeres ortodoxas y organizaciones feministas sobre su impacto en sus derechos.
A pesar del gran número de visitantes al Monte Athos cada año, una de las visitas más notables fue la del presidente ruso Vladimir Putin, quien visitó la península en dos ocasiones, primero en 2005 y luego en 2016, para celebrar el milenio de la presencia monástica ortodoxa rusa en la región.
Una leyenda fascinante rodea a un monje ortodoxo griego que falleció en 1938 a la edad de 82 años sin haber visto nunca a una mujer. La historia cuenta que nació en 1856, y después de que su madre muriera poco después de su nacimiento, fue enviado al Monte Athos. Fue adoptado por los monjes y vivió allí toda su vida, sin salir de la península hasta su muerte. Sin embargo, esta historia no ha sido verificada de manera concluyente.
El Monte Athos no es el único lugar prohibido para las mujeres. Por ejemplo, el templo de Sabarimala en Kerala, India, prohíbe la entrada a las mujeres de entre 10 y 50 años. Los activistas están actualmente tratando de anular esta prohibición en la Corte Suprema. Además, el Monte Omin en Japón es considerado sagrado por los seguidores del Shugen-do, una religión folclórica japonesa, donde los adeptos masculinos se someten a pruebas físicas rigurosas para poner a prueba su fe.