En mayo de 1969, el mundo fue testigo de un momento histórico con el aterrizaje del Apollo 11 en la Luna. Los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin dieron sus primeros pasos en su superficie, marcando un cambio significativo en la exploración espacial y otorgando a Estados Unidos una victoria clave en la carrera espacial contra la Unión Soviética. Sin embargo, pocos años después de este evento monumental, algunos afirmaron que este gran salto para la humanidad era un engaño, lo que llevó a teorías de conspiración que sugerían que el alunizaje había sido falsificado por Estados Unidos. Aunque estas afirmaciones son poco convincentes, persisten, con encuestas como la realizada por Gallup en 1999, que revelaron que el 6% de los estadounidenses creían que el alunizaje era una farsa, y el 5% estaban indecisos.
Estas afirmaciones comenzaron en 1976 con la publicación de «Nunca Fuimos a la Luna: El Fraude Americano de Treinta Mil Millones de Dólares» por Bill Kaysing, un ex oficial de la marina y empleado de la NASA. En su libro, Kaysing alegó que el alunizaje era completamente falso. En 1980, la Sociedad de la Tierra Plana acusó a la NASA de falsificar el alunizaje, afirmando que había sido filmado en Hollywood con la participación de Walt Disney, según un guion de Arthur C. Clarke y dirigido por Stanley Kubrick. Los partidarios de estas teorías señalaron ambigüedades en las fotos lunares y sugirieron que la NASA había fabricado las imágenes después de fracasos repetidos en la carrera espacial para asegurar la financiación del gobierno estadounidense, que también quería desviar la atención de la impopular guerra de Vietnam. La difusión de estas teorías se vio amplificada por el escándalo de Watergate, que minó la confianza del público estadounidense en su gobierno. A pesar de su improbabilidad, estas teorías ganaron popularidad debido a la falta de medios tecnológicos disponibles en ese momento, así como al hecho de que más de 400,000 científicos, ingenieros, técnicos y mecánicos trabajaron en el programa Apollo. Si se tratara de un engaño, ¿cómo habría podido mantener ese secreto una cantidad tan grande de personas durante tanto tiempo? Además, las rocas lunares y las muestras de suelo traídas por los astronautas, así como las imágenes continuas enviadas por las sondas en órbita alrededor de la Luna, siguen siendo evidencia.
A pesar de la improbabilidad de estas teorías, este artículo explorará las motivaciones detrás de estas creencias y las refutaciones científicas.
La Bandera Americana en la Luna
Algunos afirman que si observas la bandera americana en las fotos de la misión Apollo 11, parece ondear al viento, lo cual es extraño dado que no hay viento en la Luna. Los científicos explican que la bandera no ondea porque no es una bandera común, sino un modelo especialmente diseñado. Si los astronautas hubieran plantado una bandera común en la Luna, habría quedado colgando y enrollada como las banderas en la Tierra cuando no hay viento, lo cual no sería muy atractivo para capturar el momento. Por eso, la NASA diseñó banderas especiales con barras horizontales para mantenerlas extendidas. Debido a las dificultades que enfrentaron los astronautas al plantar la bandera, el efecto aparece en las fotos como si la bandera ondeara. En los videos, la bandera solo se mueve mientras los astronautas la colocan, y permanece en la misma posición fija gracias a las barras horizontales. Además, los ventiladores internos de los trajes espaciales también podrían haber contribuido al movimiento.
Ausencia de Estrellas en las Fotos Lunares
Otra afirmación es que no hay estrellas visibles en las fotos tomadas por Armstrong y Aldrin en la Luna. Los críticos se preguntan por qué no se ven estrellas si el cielo está lleno de ellas. Los científicos responden que esta cuestión es fácil de refutar: los astronautas estaban en la parte iluminada del día en la superficie lunar, donde la luz solar era intensa, y llevaban trajes espaciales blancos, altamente reflectantes. La superficie brillante de la Luna y los trajes espaciales hacían difícil capturar las estrellas tenues en el fondo. Para verificar esto, basta con observar las estrellas desde un lugar iluminado en la Tierra: aunque puedes verlas claramente a simple vista, una cámara no podrá capturarlas.
Sombras y Iluminación
Algunos dicen que las sombras en las fotos del aterrizaje lunar no están alineadas correctamente si el Sol es la única fuente de luz, sugiriendo que se usó iluminación de Hollywood. Los científicos refutan esta afirmación señalando que, aunque el Sol es la principal fuente de luz en la Luna, la Tierra también refleja la luz solar, contribuyendo a la iluminación. La dispersión de la luz en las fotos es coherente con este reflejo y dispersión de la luz.
La Ausencia del Reflejo de la Cámara de Armstrong
Los escépticos han señalado que en una foto del aterrizaje lunar, el reflejo de Armstrong es visible en el casco de Aldrin, pero Armstrong no es visible, lo que sugiere que otra persona tomó la foto. Los científicos explican que, naturalmente, no era fácil para Armstrong moverse por la Luna con una cámara normal a mano, especialmente con su voluminoso traje espacial. La cámara que usó en la Luna estaba fija en el frente de su traje, lo que explica por qué sus manos aparecen normalmente en el reflejo del casco.
Stanley Kubrick Filmó el Aterrizaje
La película «2001: Odisea del Espacio», dirigida por Stanley Kubrick y lanzada en 1968, es elogiada por su representación realista del espacio, lo que llevó a algunos teóricos de la conspiración a preguntarse si el gobierno había contratado realmente a Kubrick para simular el aterrizaje lunar. Esta afirmación ha sido refutada, ya que las tecnologías necesarias para simular un aterrizaje lunar convincente eran casi imposibles de obtener en ese momento. Kubrick utilizó muchos expertos para crear una representación realista del espacio, lo que indica que no habría podido realizar una simulación de este tipo por sí solo.
A pesar de todas estas refutaciones, muchas personas siguen creyendo en el alunizaje falso. Los observadores señalan que negar este logro estadounidense y adherirse a estos mitos es más un asunto de rivalidad política que científica. La Unión Soviética, el principal rival de Estados Unidos, vigilaba de cerca el aterrizaje lunar con sus propias sondas y satélites. Si hubiera tenido la menor duda, no habría dudado en exponer el engaño para avergonzar a Estados Unidos.