Uno de los principales problemas que enfrenta el atletismo es el uso de sustancias que mejoran el rendimiento. Estas sustancias pueden ayudar a los atletas a esforzarse más y ganar competiciones, lo que compromete el principio de igualdad de oportunidades. Sin embargo, hoy en día, otro problema apremiante ha surgido en el deporte: la identidad de género. Se han planteado sospechas sobre varias atletas femeninas que baten récords que las mujeres tienen dificultades para alcanzar fisiológicamente. Entre las atletas más destacadas enfrentadas a estas acusaciones se encuentra la corredora sudafricana Caster Semenya, quien ha ganado dos medallas de oro olímpicas y tres campeonatos mundiales en los 800 metros. Posteriormente, se descubrió que es intersexual, poseyendo niveles elevados de testosterona debido a testículos internos, lo que ha llevado a batallas judiciales con las autoridades del deporte.
Juventud y Carrera:
Nacida en 1991 en un pueblo de Sudáfrica, Caster Semenya creció en una familia con cuatro hermanos y hermanas. Se inscribió en la universidad como estudiante de ciencias del deporte y comenzó a correr para entrenarse en fútbol antes de pasar al atletismo. Participó por primera vez en los 800 metros en los Campeonatos Mundiales Juveniles en 2008, pero no se calificó para las finales. Ese mismo año, ganó una medalla de oro en los Juegos de la Commonwealth Juveniles y, en agosto de ese año, ganó la medalla de oro en los 800 metros en los Campeonatos Mundiales. En diciembre de ese año, fue elegida la mejor corredora femenina en los 800 metros.
Controversia y Pruebas:
Tras su victoria en los Campeonatos Mundiales, surgieron preguntas sobre el sexo de Caster Semenya, especialmente porque había superado su propio récord en los 800 metros por cuatro segundos en comparación con los Campeonatos Africanos Juveniles solo un mes antes. Su rendimiento mejorado y rápido llevó a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) a solicitar una prueba de verificación de sexo para confirmar su estatus femenino. Aunque los resultados nunca se publicaron oficialmente, las filtraciones a los medios llevaron a una especulación generalizada de que Semenya era intersexual y tenía testículos internos que producían niveles elevados de testosterona. En noviembre de 2009, el Ministerio de Deportes sudafricano anunció un acuerdo con la IAAF para conservar sus medallas y premios. En julio de 2010, fue rehabilitada y reanudó las competiciones femeninas.
Reacciones Globales y Apoyo:
La gestión del caso por parte de la IAAF generó duras críticas. Muchos atletas, incluido el velocista retirado Michael Johnson, criticaron a la organización por su enfoque. La reacción de Sudáfrica sugirió posibles motivos raciales, con los medios locales cuestionando la legitimidad de las pruebas y alegando que los europeos no querían que los atletas sudafricanos sobresalieran. La IAAF defendió sus acciones, afirmando que la prueba de verificación de sexo se solicitó después de que los medios ya hubieran publicado noticias sobre el tema. La organización negó cualquier motivación racial y expresó su arrepentimiento por las acusaciones de discriminación. La intención, explicaron, no era acusar a Semenya de hacer trampa, sino determinar si sufría de una condición médica rara que le otorgaba una ventaja injusta.
Desarrollos Jurídicos y Carrera Deportiva:
Semenya recibió un considerable apoyo de su país, con líderes sudafricanos, comentaristas y activistas condenando la controversia como racista y una violación de su privacidad y derechos humanos. Semenya misma declaró en una entrevista con una revista sudafricana: «Dios me hizo tal como soy, y me acepto tal como soy». A pesar de este apoyo, se le impidió participar en una competición local en marzo de 2010 debido a la espera de los resultados de su prueba de sexo. Sin embargo, el 6 de julio, se le permitió regresar a las competiciones internacionales, ganando dos carreras menores en Finlandia poco después. También ganó los Campeonatos Mundiales en agosto.
Reconocimientos Olímpicos y Controversias:
En reconocimiento a sus logros, Semenya fue elegida para portar la bandera sudafricana durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Verano de 2012, donde luego ganó una medalla de plata en los 800 metros, detrás de la atleta rusa Maria Savinova, quien posteriormente fue suspendida de por vida por violaciones de reglas antidopaje en noviembre de 2015. Esto llevó a Semenya a recibir la medalla de oro. Ese año, la IAAF suspendió su política sobre hiperandrogenia, o niveles elevados de testosterona en mujeres, en vigor desde 2011. La sentencia encontró que había una falta de pruebas que demostraran que los niveles de testosterona mejoraban el rendimiento deportivo femenino, dando a la IAAF dos años para proporcionar pruebas.
Desarrollos Recientes:
En abril de 2016, Semenya se convirtió en la primera atleta en ganar los tres títulos—400 metros, 800 metros y 1500 metros—en los Campeonatos Nacionales de Sudáfrica, estableciendo un nuevo récord nacional en los 800 metros. El 20 de agosto, ganó la medalla de oro en los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, reavivando el debate sobre las reglas relacionadas con los niveles de testosterona permitidos. En 2017, ganó una medalla de bronce en los 1500 metros y el oro en los 800 metros en los Campeonatos Mundiales en Londres.
En abril de 2018, la IAAF introdujo nuevas reglas que obligaban a los atletas con ciertas condiciones intersexuales que causan un aumento en los niveles de testosterona a tomar medicamentos para reducir estos niveles con el fin de competir en la categoría femenina. Las competiciones afectadas incluían los 400 metros, 800 metros y 1500 metros, en los que Semenya compite regularmente. Esto llevó a muchos a creer que el cambio de regla estaba dirigido específicamente a Semenya. En junio, Semenya anunció que desafiaría las reglas de la IAAF, afirmando que los medicamentos hormonales que tomó entre 2010 y 2015 la hicieron sentir enferma y le causaron dolores abdominales. En mayo de 2019, el Tribunal Arbitral del Deporte rechazó su apelación, abriendo el camino para la implementación de las nuevas reglas. Semenya apeló la decisión ante el Tribunal Federal Supremo de Suiza, que finalmente rechazó su apelación en septiembre de 2020. A pesar de la suspensión temporal de la ley durante el proceso judicial, no pudo competir en los Campeonatos Mundiales de Atletismo 2019 en Doha. Sin embargo, fue nombrada como una de las 100 personas más influyentes por la revista Time en 2019 y presentó una apelación ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en febrero de 2021, a la espera de decisión.