Para comenzar una carrera de actuación con el objetivo de convertirse en una estrella de cine famosa, es conocido que debes tomar uno de los dos caminos siguientes: el primero es estudiar esta profesión en academias especializadas y participar en varios talleres para perfeccionar tus habilidades; el segundo es poseer ese talento de manera innata y simplemente convencer a alguien en la industria cinematográfica para que te dé la oportunidad de mostrarlo. En ambos casos, es necesario trabajar arduamente para probar tu valía. Por eso, no es fácil para los actores que luchan por todas partes, especialmente en Hollywood, aceptar la idea de que una estrella de cine pueda surgir por pura casualidad, como fue el caso de Carole Lombard, una niña de 12 años que jugaba béisbol en el patio trasero de su casa, sin ninguna relación con el cine, hasta que fue descubierta por un director que la convirtió en una estrella solo porque le parecía adecuada. Sin embargo, además de esa coincidencia, el mundo del cine tiene otros caminos, algunos bastante extraños e inusuales, para convertir a las personas en estrellas de cine. En este artículo, repasaremos algunos de esos métodos y quién sabe, tal vez alguno sea útil para aquellos que deseen trabajar en este campo.
Trabajar en la industria
Este es el consejo clásico aplicable a la mayoría de los trabajos: sumergirse primero en la industria, luego avanzar hacia el puesto deseado. No siempre es necesario tener un talento innato para la actuación para convertirse en actor; a veces, solo necesitas ser parte de ese mundo. Por ejemplo, el actor Gary Cooper trabajaba como doble antes de lanzarse al cine. Telly Savalas, una ejecutiva de la cadena ABC, consiguió un papel de actriz cuando el equipo no pudo encontrar a nadie para un rol específico. Boris Karloff, que interpretó al monstruo en las películas de «Frankenstein», fue narrador de historias para niños en la BBC. En cuanto a John Wayne, trabajaba en un estudio y era tan atractivo que cuando pasó por la mesa de la actriz Marlene Dietrich, ella decidió que debía convertirse en actor y lo hizo aparecer en su próxima película.
Reemplazar a alguien para evitar una demanda
En 1922, el actor Richard Arlen trabajaba en una posición modesta detrás de las cámaras para Paramount Pictures. Después de ser atropellado por un coche propiedad de la empresa y romperse una pierna, los directivos del estudio decidieron ofrecerle un contrato cinematográfico para evitar acciones legales. Arlen aceptó la oferta y se convirtió en un actor famoso.
Ganar un concurso de belleza
Este es uno de los métodos más efectivos en Hollywood para mujeres hermosas que aspiran a ser estrellas. Por ejemplo, Clara Bow ganó un concurso de belleza nacional en 1921, y uno de los premios fue un papel en una película. En pocos años, se convirtió en la estrella más famosa del momento. De manera similar, la actriz Ann Sheridan, una estrella de los años 40, participó en secreto en un concurso de belleza organizado por su hermana, lo que le permitió obtener un contrato cinematográfico.
Esperar el papel perfecto
El actor Lew Ayres, después de abandonar sus estudios de medicina, se convirtió en actor y terminó interpretando al famoso Dr. Kildare en varios dramas médicos, un papel que desempeñó a la perfección gracias a su formación anterior. Por su parte, el director Federico Fellini eligió al actor Marcello Mastroianni para la película «La Dolce Vita» debido a su rostro inexpresivo, que era exactamente lo que Fellini buscaba para el papel.
Aparecer en la portada de una revista
A veces, aparecer en la portada de una revista es todo lo que necesitas para conseguir un contrato en Hollywood. Este fue el caso de modelos como Lauren Bacall, Brigitte Bardot, Raquel Welch y Ali MacGraw, quienes todas se convirtieron en estrellas de cine.
Aceptar cualquier papel
Este método puede ser arriesgado, especialmente para actores al comienzo de sus carreras. Una mala elección de rol o una película mal recibida puede destruir todo lo que un joven actor ha construido. Sin embargo, para un actor desconocido, un fracaso a menudo pasará desapercibido. Si la película tiene éxito, puede llamar la atención. La actriz Carole Landis, por ejemplo, desempeñó pequeños papeles en al menos 25 películas antes de convertirse en una estrella con la película «One Million B.C.» (1940), donde interpretó a una chica de las cavernas sin diálogos. Aunque la película y sus obras posteriores no fueron obras maestras, la catapultó a la fama.
Reemplazar a una estrella indisponible
Una vieja historia cuenta que una famosa actriz se rompió el tobillo, permitiendo que una joven suplente se convirtiera en una estrella. Esta historia inspiró la película «42nd Street» (1933), donde Bebe Daniels interpreta a la actriz herida y Ruby Keeler a la nueva estrella. Aunque esta historia es ficticia, se hizo realidad cuando Shirley MacLaine reemplazó a la actriz Carol Haney en Broadway, lo que impulsó su carrera cinematográfica.
Ser descubierto por un director persistente
Normalmente, uno debería desconfiar de los acosadores, pero en el caso de Gina Lollobrigida, esto la ayudó a convertirse en una estrella. Mientras era estudiante de arte, fue descubierta en las calles de Roma por el director Mario Costa, quien la persiguió hasta convencerla de actuar en su película, convirtiéndola en una de las actrices más famosas de Italia.
Ser un atleta talentoso
Este método ha funcionado especialmente bien para las estrellas de cine provenientes del ámbito deportivo, como el nadador Johnny Weissmuller, quien interpretó a Tarzán en la década de 1930, y Buster Crabbe, quien interpretó a Flash Gordon en la misma época. Arnold Schwarzenegger, culturista famoso, también pasó del deporte al cine. Sin embargo, esta transición no siempre garantiza el éxito. El atleta Carl Lewis, tras ganar nueve medallas de oro olímpicas, intentó incursionar en el cine, pero su papel en la película para televisión «Alien Attack» fue ampliamente criticado.
Convertirse en cantante
Incluso los artistas más creativos del mundo musical a menudo sienten la necesidad de incursionar en el cine para aumentar su fama. Elvis Presley, aunque era el rey del rock and roll, también soñaba con ser actor. Protagonizó 33 películas, muchas de las cuales fueron éxitos comerciales, aunque no se tomaron en serio debido a su naturaleza a menudo cómica. Otras estrellas de la música, como Cher y Mark Wahlberg, también siguieron este camino. Así que, si aspiras a ser una estrella de cine, primero ser una estrella de la música no puede hacer daño.