Fecha: Septiembre de 1962
Fotógrafo: Jim Meads, fotógrafo amateur británico
Detalles: La historia detrás de esta icónica fotografía comienza con su creador, Jim Meads, un fotógrafo profesional que vivía cerca del aeropuerto de Hatfield y cerca de Bob Swaine, uno de los pilotos encargados de probar los nuevos aviones. El día en que se tomó la foto, Bob le informó a Jim que estaba programado para volar un jet británico F1 Lightning para una prueba de vuelo. Deseoso de capturar el momento, Meads decidió llevar a sus hijos para ver el avión en acción. Esperaba fotografiar el avión en vuelo y también capturar una foto de sus hijos con el aeropuerto de fondo mientras el jet aterrizaba. Meads eligió un lugar que consideraba ideal para sus objetivos y esperó el regreso del avión.
El jet F1 Lightning comenzó su vuelo, pero Bob Swaine no estaba a bordo. En su lugar, un piloto de pruebas experimentado llamado George Eard tomó el control. Cuando el avión se acercaba a su destino final para aterrizar, un incendio se desató en el motor, causando la pérdida de control del avión. El aparato comenzó a caer de morro, dejando al piloto sin otra opción que eyectarse antes de que se estrellara. Fue en este momento dramático cuando Jim Meads capturó la famosa fotografía.
Momentos antes de que se tomara la foto, un conductor de tractor llamado Mike Souterby, visible en la imagen, estaba realizando su trabajo en el aeropuerto. Notó al fotógrafo y se acercó a él, pidiéndole que abandonara el área, ya que estaba restringida. Mientras conversaban, ocurrió el accidente, y Souterby se volvió para presenciar el evento, su presencia quedando registrada en la imagen. Afortunadamente, el piloto sobrevivió, aunque sufrió graves heridas a raíz de la eyección. Aterrizó en el techo de un granero en medio de campos de tomates, inconsciente por el impacto y con una fractura en la pierna y el muslo. Se recuperó rápidamente y continuó su trabajo en la prueba de aviones.
Debido a la naturaleza sensible de la fotografía y al carácter secreto del jet F1 Lightning en ese momento, primero fue revisada por el Ministerio de Aviación antes de ser autorizada para su publicación. Meads vendió la fotografía al Daily Mirror, y se difundió rápidamente en los periódicos de todo el mundo. Dada su naturaleza dramática, muchos inicialmente sospecharon que era una falsificación, pero el Ministerio de Defensa británico confirmó su autenticidad.