La industria cinematográfica mundial ha sido recientemente testigo de un incidente trágico que ha captado la atención de su público. La directora de fotografía Halyna Hutchins fue asesinada y el director Joel Souza resultó gravemente herido cuando el actor Alec Baldwin disparó un arma de fuego que se suponía contenía balas de fogueo durante el rodaje de su nueva película western, «Rust», en Nuevo México.
En el mundo del cine, las balas de fogueo suelen estar hechas de papel, algodón o plástico, diseñadas para crear un destello y un ruido fuerte sin proyectiles que puedan causar lesiones o la muerte. A pesar de esto, los accidentes pueden ocurrir, aunque son raros. Este incidente recuerda una tragedia similar en 1993 que involucró al actor Brandon Lee, un artista marcial y hijo de la leyenda Bruce Lee, durante el rodaje de «The Crow».
Durante el rodaje de «The Crow», Brandon Lee fue mortalmente herido durante una escena en la que el arma debía estar cargada con balas de fogueo. Sin embargo, una autopsia reveló que una bala real había quedado alojada cerca de su columna vertebral. El arma responsable de la muerte de Lee había sido utilizada previamente con municiones reales, y una bala real había quedado en la recámara. Cuando el arma fue cargada con balas de fogueo y disparada, la bala real fue desalojada y golpeó a Lee.
Cuando Lee se desplomó en el set, el director Alex Proyas declaró el final de la toma, pensando que Lee estaba actuando. No fue hasta que otro actor se acercó a verificar y descubrió que estaba teniendo dificultad para respirar que se activaron las medidas de emergencia. Lee fue transportado de urgencia al hospital y se sometió a una operación de seis horas, pero, lamentablemente, no sobrevivió. Tenía 28 años. A pesar de la tragedia, «The Crow» se estrenó como estaba previsto, y Lee recibió elogios póstumos por su actuación. La película tuvo un gran éxito comercial y crítico, y no se presentaron cargos criminales contra nadie involucrado en la producción.
Además del incidente de Lee, otro evento trágico ocurrió en 1984 con el actor y modelo John Eric Hexum. Durante una pausa en el set, Hexum, sintiéndose aburrido por el retraso, tomó un revólver Magnum .44 que creía cargado con balas de fogueo y lo apuntó a su sien en broma, disparando el gatillo. Aunque no se disparó ningún proyectil, la fuerza de la bala de fogueo causó que un fragmento de hueso se desplazara hacia su cerebro. Hexum fue transportado de inmediato al hospital y se sometió a una operación, pero las lesiones eran demasiado graves. Fue declarado en muerte cerebral una semana después, y los dispositivos de soporte vital fueron finalmente retirados, lo que llevó a su fallecimiento.
Estos incidentes subrayan la importancia crucial de la seguridad en los sets de filmación y la necesidad de protocolos estrictos para prevenir tales tragedias. A pesar de los avances en seguridad, la industria cinematográfica continúa recordando estos accidentes como recordatorios sobrios de los riesgos inherentes a la realización de películas.