Benito Mussolini, un líder político italiano, fue el fundador del movimiento fascista en Italia. Ascendió al poder a principios de la década de 1920, convirtiéndose en Primer Ministro y recibiendo el título de «Il Duce», que significa «el Líder». Su política interna se caracterizaba por el autoritarismo y la represión de los opositores a través de una policía secreta. Mussolini buscó fortalecer su autoridad mediante una serie de leyes que transformaron a Italia en una dictadura de partido único. En el ámbito internacional, su objetivo era restaurar la grandeza del antiguo Imperio Romano ampliando la influencia italiana mediante empresas coloniales en África e interviniendo en los asuntos europeos apoyando a los movimientos fascistas. Su papel durante la Segunda Guerra Mundial fue significativo; aliado con Adolf Hitler, la decisión de Mussolini de unirse a las potencias del Eje condujo a la invasión de Italia por los Aliados. Esta situación obligó al rey italiano a destituirlo, ponerlo en arresto domiciliario y, finalmente, Mussolini fue rescatado por las fuerzas alemanas y colocado como jefe nominal de la República Social Italiana en el norte de Italia. A medida que los Aliados se acercaban, Mussolini intentó escapar a Suiza con su amante, pero fue capturado por partisanos italianos, ejecutado por fusilamiento y su cuerpo expuesto públicamente. Su muerte marcó el final de un período turbulento en la historia de Italia.
Infancia
Nacido el 29 de julio de 1883 en Dovia di Predappio, Italia, Benito Amilcare Andrea Mussolini era el mayor de tres hijos. Su padre, Alessandro, era un herrero y ferviente socialista, mientras que su madre, Rosa Maltoni, era una maestra católica devota que proporcionaba estabilidad a la familia. Mussolini mostró una inteligencia notable desde su adolescencia, pero también era rebelde. Su padre le inculcó desde una edad temprana una pasión por la política socialista y un desafío a la autoridad, lo que llevó a varias expulsiones escolares. A pesar de sus dificultades académicas, Mussolini obtuvo finalmente un certificado de enseñanza en 1901 y trabajó brevemente como director de escuela.
Movimiento Socialista
En 1902, Mussolini se mudó a Suiza para promover el socialismo y rápidamente ganó notoriedad gracias a su carisma y habilidades oratorias durante las manifestaciones políticas. Sus actividades atrajeron la atención de las autoridades suizas, que lo arrestaron y lo expulsaron. De regreso en Italia en 1904, continuó defendiendo los ideales socialistas y fue brevemente encarcelado por incitación a la violencia. Tras su liberación, trabajó como editor en varios periódicos socialistas y finalmente se convirtió en el editor jefe de la principal publicación del partido, « Avanti! », lo que aumentó considerablemente su notoriedad e influencia.
Cuando Italia entró en la Primera Guerra Mundial, Mussolini se opuso inicialmente a la guerra pero cambió rápidamente de opinión, viéndola como una oportunidad para que Italia se convirtiera en una gran potencia. Este cambio condujo a una ruptura con sus colegas socialistas y a su expulsión del partido. En 1915, se unió al ejército italiano, luchó en la primera línea y alcanzó el rango de cabo antes de ser herido y dado de baja.
Fundación del Partido Fascista y Ascenso al Poder
El 23 de marzo de 1919, Mussolini fundó el Partido Fascista, fusionando varios grupos de derecha en una fuerza unificada centrada en la oposición a la discriminación de clases y la promoción del nacionalismo. Su ambición era elevar a Italia a la grandeza de su pasado romano. Aprovechó el descontento generalizado tras la Primera Guerra Mundial, organizando una unidad paramilitar conocida como las «Camisas Negras», que intimidó a los opositores políticos y ayudó a expandir la influencia fascista.
Mientras Italia caía en el caos político, con las bandas fascistas tomando el control de varias ciudades italianas e incendiando oficinas comunistas y socialistas, Mussolini se proclamó como el único capaz de restaurar el orden en el país. Fue nombrado Primer Ministro y Ministro del Interior y de Asuntos Exteriores por el rey Víctor Manuel III en 1922. Gradualmente desmanteló todas las instituciones democráticas y para 1925, se autoproclamó dictador, adoptando el título de «Il Duce». A pesar de su régimen autoritario, se le atribuye la implementación de un extenso programa de obras públicas y la reducción del desempleo, lo que le ganó un considerable apoyo público.
Invasión de Etiopía y Segunda Guerra Mundial
En 1935, para demostrar la fuerza de su régimen, Mussolini invadió Etiopía. Dado que los etíopes no contaban con equipos comparables a los tanques y aviones italianos modernos, la capital Addis Abeba fue capturada e integrada en el nuevo Imperio Italiano. En 1939, Mussolini apoyó a los fascistas en España durante la Guerra Civil Española, con la esperanza de expandir su influencia.
El dictador alemán Adolf Hitler, impresionado por los éxitos militares tempranos de Italia, buscó establecer relaciones con Mussolini, quien recibió las alabanzas y felicitaciones de Hitler como un reconocimiento a su genio. Con la invasión de Polonia por parte de los alemanes y la declaración de guerra contra Gran Bretaña y Francia, Italia permaneció inicialmente neutral. Sin embargo, con las victorias alemanas en Dinamarca y Noruega, Mussolini se convenció de que los alemanes ganarían y decidió unirse a las potencias del Eje. Sin embargo, la participación de Italia en los combates contra ejércitos modernos reveló varias debilidades en su propio ejército, y con las derrotas en Grecia y África del Norte, la intervención militar alemana se volvió crucial para Mussolini.
Durante la Conferencia de Casablanca en 1943, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt elaboraron un plan para sacar a Italia de la guerra y obligar a Alemania a trasladar sus tropas al Frente Oriental contra la Unión Soviética. Las fuerzas aliadas invadieron Sicilia, estableciendo una cabeza de playa para continuar la operación en Italia. A medida que la guerra devastaba Italia, Mussolini fue obligado a dimitir el 25 de julio de 1943 y fue puesto en arresto domiciliario. Posteriormente fue rescatado por comandos alemanes y trasladó su gobierno al norte de Italia, con la esperanza de recuperar su influencia. El 4 de junio de 1944, Roma fue liberada por las fuerzas aliadas, que continuaron avanzando hacia el norte.
Muerte
Después de la liberación de Roma y la continuación de la ofensiva aliada hacia el norte, Mussolini intentó escapar a Suiza con su amante, Clara Petacci, pero fueron capturados por partisanos italianos. El 28 de abril de 1945, fueron ejecutados por fusilamiento y sus cuerpos colgados en una plaza de Milán, donde fueron pateados y escupidos por la multitud.
La noticia de la muerte del dictador italiano se extendió por toda Italia, recibida por la población sin remordimientos ni interés, ya que había prometido a su pueblo la gloria romana, pero su megalomanía solo había traído guerra y miseria. El cuerpo de Mussolini fue enterrado en una tumba no marcada, pero fue descubierto en 1946 por partidarios fascistas que lo trasladaron a un monasterio en Lombardía. Posteriormente, el gobierno lo recuperó y lo enterró en otro monasterio cerca de Milán. En 1957, la esposa de Mussolini solicitó el traslado del cuerpo a una tumba familiar en Predappio, donde actualmente descansa en un mausoleo rodeado de paredes de mármol, con un gran busto de mármol sobre la tumba.
