Desafíos Inesperados en la Vida de un Astronauta: Más Allá del Sueño Espacial

Convertirse en astronauta puede parecer un sueño para muchos niños, lleno de emoción y aventura. Las películas a menudo representan a los astronautas como héroes, flotando en la inmensidad del espacio o aterrizando en planetas distantes para explorar o encontrar formas de vida extraterrestres. Aunque esta es una profesión digna de admiración, la realidad de ser astronauta tiene su propio conjunto de desafíos, tanto físicos como psicológicos. A pesar de los avances en la tecnología espacial, los astronautas siguen enfrentando dificultades importantes durante sus misiones, y muchos de estos problemas permanecen sin solución.

En este artículo, exploramos los diferentes desafíos y quejas que enfrentan los astronautas durante su estancia en el espacio.

Un Entrenamiento que Parece una Pesadilla

Es ampliamente reconocido que convertirse en astronauta no es tarea fácil. Miles de candidatos compiten por el puesto, pero solo alrededor del 1% son seleccionados en base a criterios estrictos. Estos candidatos seleccionados se someten a un entrenamiento riguroso, tanto físico como mental, para prepararse para los desafíos del espacio. Incluso después de la selección, los astronautas continúan enfrentándose a ejercicios de entrenamiento intensos y difíciles. Por ejemplo, pueden pasar días sumergidos en una enorme piscina para practicar procedimientos submarinos usando un traje espacial. Otro ejemplo es el «cometa del vómito», un avión especial que simula la gravedad cero volando en arcos parabólicos. Después de tales ejercicios, los astronautas a menudo salen mareados y con náuseas.

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Mareo y Vómito

Las náuseas son uno de los problemas más comunes que enfrentan los astronautas. La falta de gravedad o una gravedad reducida puede alterar el oído interno, que es responsable del equilibrio, causando mareos y náuseas. Aunque los astronautas generalmente se adaptan a esta condición, conocida como «síndrome de adaptación espacial», en unos pocos días, otros problemas a largo plazo hacen que las náuseas sigan siendo una amenaza constante durante las misiones. Las naves espaciales y las estaciones espaciales son conocidas por sus olores desagradables, en parte porque son espacios cerrados. El astronauta Chris Hadfield señaló que los baños están ubicados en el centro de la Estación Espacial Internacional (ISS) y son utilizados por hasta siete personas, lo que los convierte en una fuente de incomodidad para todos a bordo debido al olor.

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Descamación de la Piel

Cuando se le preguntó al astronauta Tim Peake sobre lo más peligroso que había enfrentado al vivir en el espacio, respondió que era ver la planta de sus pies descamarse. Esto se debe a la ausencia de gravedad, lo que significa que los astronautas no usan la planta de sus pies en el espacio, lo que las hace tan suaves como las de un recién nacido. En la Tierra, nuestros pies desarrollan callos al caminar sobre superficies duras, pero en el espacio, esto no ocurre, lo que lleva a la pérdida de piel muerta. Por lo tanto, los astronautas deben ser cuidadosos al quitarse los calcetines para evitar liberar una nube de células de piel muerta en el aire.

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Un Poco de Locura

Cuando la pandemia de COVID-19 golpeó en 2020 y obligó a la gente a aislarse, muchos sintieron sentimientos de soledad y frustración. Esto planteó preguntas sobre cómo los astronautas, que están constantemente aislados en la ISS, enfrentan su entorno. Los astronautas han informado que sufren de falta de sueño, aislamiento, soledad, depresión, ansiedad, estrés, fatiga, cambios de humor, dificultad para concentrarse y la rutina constante de irse a la cama sin sus seres queridos. Para combatir este aislamiento, intentan mantenerse lo más ocupados posible con el trabajo.

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Pérdida de Audición

Aunque el espacio en sí mismo es un vacío sin sonido ni aire, los equipos y las máquinas de las estaciones espaciales y las naves son ruidosos. El zumbido constante y las vibraciones de los sistemas mecánicos y digitales pueden ser insoportables, lo que provoca una pérdida de audición parcial. El astronauta estadounidense Bill McArthur y el cosmonauta ruso Valery Tokarev informaron pérdida auditiva después de su estancia en la ISS en 2006, donde los niveles de ruido de las máquinas alcanzaron los 75 decibelios. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una exposición prolongada a tales niveles de ruido puede causar pérdida de audición.

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Trastornos del Sueño

Después de un largo día de cálculos complejos y tareas de ingeniería en la estación espacial, uno podría pensar que los astronautas merecen una buena noche de sueño. Desafortunadamente, varios factores conspiran para evitarlo. Por ejemplo, hay el ruido constante del equipo de la estación y las luces brillantes que los astronautas ven incluso cuando sus ojos están cerrados, que se cree son causadas por los rayos cósmicos que atraviesan sus párpados. Además, la ISS experimenta unos 16 amaneceres y atardeceres cada día, lo que interrumpe los ritmos circadianos. Finalmente, la ausencia de gravedad obliga a los astronautas a atarse a una pared para evitar flotar en su compartimento mientras duermen.

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Exposición a la Radiación

La radiación espacial representa una amenaza importante para la salud humana. Afortunadamente, la atmósfera terrestre y el campo magnético actúan como un escudo contra la mayoría de las radiaciones cósmicas. Sin embargo, la ISS no tiene esta protección, y los astronautas están constantemente expuestos a radiaciones cósmicas similares a las que experimentaron los sobrevivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. Los astronautas de la ISS están expuestos a hasta 2000 milisieverts de radiación, la unidad que mide el daño biológico causado por la radiación ionizante, debido al bombardeo continuo de protones e iones de alta energía. La NASA trabaja continuamente en formas de limitar la exposición a la radiación para los astronautas reduciendo su tiempo en la ISS.

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La Necesidad de Gravedad

La gravedad terrestre es esencial para el cuerpo humano. En su ausencia, el cuerpo experimenta varios problemas, como mareos, pérdida de piel y trastornos del sueño, como se mencionó anteriormente. Además, sin gravedad, el eructo se vuelve imposible, lo que dificulta la expulsión de gases del estómago, formando una gran bola de ácido. La gravedad también ayuda a determinar tu altura en la Tierra al comprimir tu columna vertebral. En su ausencia, los astronautas pueden crecer, ya que su columna vertebral se alarga debido a la falta de compresión. Cuando regresan a la Tierra, su columna vertebral se comprime nuevamente igual de rápido. La astronauta coreana Soyeon Yi señaló que ambas experiencias fueron extremadamente dolorosas, ya que creció una pulgada en el espacio en tres horas y se encogió al regresar en el mismo corto período de tiempo, causando un dolor de espalda intenso.

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Efectos Negativos en los Huesos y Músculos

La exploración espacial tiene un impacto significativo en los huesos y músculos de los astronautas. En ausencia de gravedad, surgen varios problemas, como atrofia muscular y un flujo sanguíneo descontrolado, lo que a menudo lleva a rostros hinchados y piernas débiles. Esto también puede causar coágulos sanguíneos en las venas yugulares, que pueden ser fatales. Debido al uso reducido de los músculos, los músculos de los astronautas se debilitan, obligándolos a hacer ejercicio regularmente para prevenir la atrofia muscular. Incluso entonces, deben someterse a terapia física durante uno o dos meses después de regresar a la Tierra. Lo mismo ocurre con los huesos, que, como los músculos, dependen de la gravedad. Los astronautas son más propensos a la osteoporosis cuando están en el espacio.

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Ir al Baño

A pesar de todos los problemas mencionados, los astronautas consideran que usar el baño en el espacio es lo peor. Los registros de la NASA muestran que los astronautas coinciden en que su parte menos favorita de la vida en el espacio es ir al baño para defecar o orinar. El proceso implica el uso de una máquina para aspirar la orina desde abajo y luego convertirla en agua potable. La defecación es la peor parte, ya que implica llenar una abertura del baño con heces, que el astronauta debe recoger y almacenar usando guantes de goma. Sin embargo, debido a la ausencia de gravedad, algunas heces se escapan por la abertura y flotan alrededor de la estación. La única solución para los astronautas es perseguir y atrapar las heces flotantes como si fuera un juego.

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