La música, en todas sus formas, es un arte sublime que involucra tanto los sentidos como las emociones. El poeta libanés Khalil Gibran describió la música como el lenguaje del alma, que lleva el secreto de la vida y es capaz de traer paz y eliminar las discordias. Para algunos, la música es considerada como un combustible espiritual que inspira ideas, mientras que otros creen que tiene el poder de cambiar el mundo al transformar a las personas y sus comportamientos. A pesar de su naturaleza principalmente sensorial, la ciencia se ha interesado en desvelar sus misterios y entender su impacto en los seres humanos — un fenómeno a menudo llamado «la magia de la música». En este artículo, exploraremos algunas preguntas comunes relacionadas con la música y trataremos de explicar sus efectos desde un punto de vista científico.
¿Por Qué Algunas Personas Sienten Escalofríos al Escuchar Música?
Cuando escuchas una canción y llegas a una parte específica, puedes sentir un escalofrío o una sensación de piel de gallina. Esta sensación proviene de las conexiones neuronales entre el córtex auditivo, que procesa los sonidos, y el córtex cingulado anterior, que maneja las emociones. La fuerte conexión entre estas dos regiones cerebrales durante los momentos de excitación emocional lleva a la transferencia de las experiencias auditivas agradables al córtex emocional, provocando una respuesta física y emocional, como los escalofríos.
Aunque los científicos entienden los mecanismos de esta respuesta, todavía hay un debate sobre si esta reacción es adquirida o innata, posiblemente debido a la presencia de conexiones neuronales más numerosas en algunos individuos.
¿Por Qué No Puedes Sacarte una Canción Específica de la Cabeza?
A veces, te encuentras pensando constantemente en una melodía o una canción incluso cuando no la estás escuchando activamente. Este fenómeno está relacionado con algo llamado el «efecto de exposición», una teoría psicológica que sugiere que tu cerebro responde positivamente a la exposición repetida a algo que le gusta, como la música. Esta exposición repetida lleva a que la canción o melodía se quede atascada en tu cabeza, un fenómeno conocido como «gusano auditivo».
¿Por Qué las Canciones Pierden su Encanto con el Tiempo?
No es raro perder interés en una canción que te gustaba anteriormente. Los científicos han explorado este fenómeno y han descubierto que existe un umbral de familiaridad que el cerebro aprecia. Una vez que se supera este umbral, los aspectos familiares de la canción ya no evocan los mismos efectos psicológicos positivos y pueden volverse monótonos. La complejidad de la música también juega un papel; la música simple tiende a perder su atractivo más rápidamente, mientras que la música compleja tarda más en volverse aburrida.
¿Cómo Desarrollamos Nuestros Gustos Musicales?
Quizás hayas oído hablar de estudios en los que se pide a los consumidores que prueben dos productos alimenticios similares sin conocer sus especificaciones, solo sus precios. En general, los consumidores asocian un precio más alto con una mayor calidad, prefiriendo así la opción más cara. ¿Podría aplicarse esto a la música?
Para responder a esta pregunta, los investigadores llevaron a cabo experimentos similares pidiendo a los participantes que evaluaran actuaciones musicales de músicos famosos versus estudiantes de música. Inicialmente, los participantes prefirieron las actuaciones de los músicos célebres. Sin embargo, cuando los investigadores intercambiaron los roles —diciendo a los participantes que un estudiante era un músico famoso y viceversa—, los resultados mostraron que los participantes preferían la música que creían interpretada por profesionales. En otras palabras, el gusto musical a menudo se forma en torno a las percepciones individuales de su valor.
¿Por Qué la Música Nos Hace Bailar?
Estudios neurocientíficos recientes han demostrado que nuestros cerebros interpretan los ritmos de baile de manera específica. La investigación indica que el procesamiento de los ritmos ocurre en las regiones frontales derechas del cerebro, afectando el sistema motor del cuerpo. El cerebelo coordina la armonía entre los movimientos y los ritmos, lo que lleva a un aumento del flujo sanguíneo hacia los pies. Esta sincronización de movimientos con la música crea efectos psicológicos positivos, motivando a las personas a seguir bailando o a bailar cuando escuchan música.