Durante un tiempo, la serie de animación japonesa «Pokémon» gozó de un éxito masivo, cautivando tanto a adultos como a niños no solo en Japón sino en todo el mundo. A pesar de esta inmensa popularidad, un episodio transmitido a finales de la década de 1990 causó problemas inesperados para los creadores. Este episodio provocó extrañamente que un número de niños experimentaran problemas de salud al verlo en televisión, y algunos incluso necesitaron hospitalización. El incidente atrajo una considerable atención mediática y se le denominó «Choque Pokémon» o «Epidemia Pokémon», lo que llevó a las autoridades japonesas a establecer nuevas normas de transmisión.
El Choque Pokémon ocurrió el 16 de diciembre de 1997, cuando aproximadamente 4.6 millones de personas en Japón vieron el episodio 38 de la serie, titulado «El Soldado Eléctrico Porygon». Once minutos después del comienzo del episodio, Pikachu, uno de los personajes principales de la serie, lanzó un ataque eléctrico que provocó una secuencia de luces rojas y azules parpadeantes a gran velocidad. Este efecto visual repentino desencadenó una ola inexplicable de crisis y problemas neurológicos como náuseas, mareos, dolores de cabeza, convulsiones, dificultad para respirar y pérdida de conciencia en aproximadamente 685 niños (375 niñas y 310 niños) en todo el país. Muchos fueron trasladados a los hospitales en grandes cantidades y simultáneamente. Un niño afectado comentó al South China Morning Post: «Estaba viendo la televisión pero no recuerdo nada en absoluto durante esa escena. Cuando terminó, me sentí nauseabundo.» Otra niña de 15 años dijo: «Mientras veía las luces azules y rojas parpadear en la pantalla, sentí que mi cuerpo se tensaba y no recuerdo qué ocurrió después.»
A medida que los medios de comunicación cubrían el incidente del Choque Pokémon, surgió un problema importante. El incidente debía ser cubierto en el contexto de los reportajes, lo que podría agravar el problema, ya que aquellos que no habían visto el episodio estarían expuestos a la escena problemática a través de las noticias. Por lo tanto, la escena fue retirada para evitar una posible segunda ola de incidentes que podría llevar a una nueva hospitalización de niños. Afortunadamente, la mayoría de las lesiones fueron menores, con muchos niños recuperándose en minutos después de llegar al hospital. Sin embargo, algunos permanecieron bajo observación durante días o semanas y fueron diagnosticados con epilepsia.
Al día siguiente del incidente del Choque Pokémon, que causó gran conmoción en Japón, las autoridades comenzaron a investigar. La policía interrogó al equipo de producción, y el Ministerio de Salud y Asuntos Sociales convocó una reunión de emergencia para estudiar y explicar el incidente y determinar quién debía ser responsable: la cadena de televisión que transmitió el episodio o la empresa de producción, que negó cualquier responsabilidad. El presidente de la empresa de producción declaró a la prensa: «El problema surgió debido a la forma en que Tokyo Television transmitió el episodio.» La cadena de televisión respondió rápidamente, afirmando que la tecnología utilizada para transmitir el episodio había sido empleada muchas veces antes sin problema. Sin embargo, debido al impacto catastrófico del Choque Pokémon y sus efectos nocivos en los niños, la empresa de producción sufrió graves repercusiones. La serie fue retirada del aire, sus acciones cayeron un 5 %, y los videos de Pokémon fueron retirados de las tiendas. La serie permaneció fuera del aire durante cuatro meses.
Para evitar la repetición de tales incidentes, se formó un comité técnico compuesto por médicos y profesionales de la televisión para desarrollar nuevas directrices de seguridad para la transmisión de tales programas. Estas directrices estipulaban que si una escena contenía luces parpadeantes rojas, no debían parpadear más de tres veces por segundo, y las luces azules no debían superar cinco veces por segundo. Además, los parpadeos no debían durar más de dos segundos. Tras la implementación de estas recomendaciones y su cumplimiento, se permitió reanudar la transmisión de los episodios con las nuevas directrices, aunque el episodio controvertido fue prohibido permanentemente. Esta decisión encontró cierta oposición por parte de los fanáticos, quienes consideraban injusto prohibir un episodio entero debido a una sola escena problemática. No obstante, la prohibición se mantuvo vigente no solo en Japón, sino en todo el mundo.
Es interesante notar que, a pesar de la naturaleza extraña del incidente, el ejército estadounidense lo tomó muy en serio. El Choque Pokémon inspiró la reflexión sobre la creación de armas que emiten pulsos electromagnéticos capaces de manipular las neuronas cerebrales y provocar crisis similares a las experimentadas por los niños que vieron el episodio.