A veces, los niños logran escapar de la supervisión de sus padres en los centros comerciales durante las vacaciones de verano. Sin embargo, un niño de 11 años de Manchester, en el Reino Unido, llevó esta escapatoria a un nivel completamente nuevo. Sus travesuras no solo causaron problemas a su madre, sino que también provocaron una importante brecha de seguridad en el aeropuerto de la ciudad, lo que llevó a una investigación sobre varios miembros del personal.
En 2012, un portavoz del Aeropuerto de Manchester, John Greenway, reveló que un niño de 11 años había logrado eludir los controles de pasaporte, las tarjetas de embarque y los controles de seguridad. Subió a un vuelo con destino a Roma sin ser detectado hasta que el avión estaba a mitad de camino de su destino. El niño se encontraba con su madre en el centro comercial Wythenshawe Civic, a solo dos kilómetros del aeropuerto. Ella reportó su desaparición y las cámaras de vigilancia mostraron al niño saliendo del centro comercial antes de dirigirse al aeropuerto.
La forma exacta en que el niño llegó al aeropuerto sigue siendo incierta. Sin embargo, se cree que logró engañar a su madre y caminó hasta el aeropuerto, mezclándose con otras familias antes de abordar el vuelo más cercano a Roma. Logró embarcarse sin pasaporte, boleto o tarjeta de embarque. Fue descubierto en pleno vuelo y fue enviado de regreso a Inglaterra cuando el avión aterrizó de nuevo en Manchester a las 21 horas. Durante el vuelo, estuvo bajo la supervisión de la tripulación y de las autoridades italianas.
El portavoz del aeropuerto declaró que los empleados del aeropuerto habían sido suspendidos y que se estaba llevando a cabo una investigación para determinar cómo había ocurrido el incidente. Sin embargo, minimizó el incidente, afirmando que no se trataba de una brecha de seguridad importante, ya que el niño había pasado un control de seguridad completo antes de embarcar y no representaba un riesgo para los pasajeros ni para el avión.
La policía inglesa no presentó cargos contra el niño, ya que no había cometido ningún crimen.