Se cuentan historias de una reina que se fue a dormir con el cabello negro y se despertó a la mañana siguiente, justo antes de su ejecución, con el cabello misteriosamente convertido en blanco. Otro relato menciona a un soldado cuyo cabello pasó de negro a blanco de la noche a la mañana durante una feroz batalla. Aunque estas historias pueden parecer extrañas, describen un fenómeno que ahora se reconoce en la comunidad científica bajo el nombre de «Síndrome de María Antonieta». Esta condición lleva el nombre de la joven reina francesa cuyo cabello, según se dice, se volvió repentinamente blanco después de un fallido intento de huir durante la Revolución Francesa. Aunque el síndrome, también conocido como «canicie súbita», fue inicialmente rechazado por la comunidad científica, varios casos han sido documentados a lo largo de los años. Muchos médicos han observado cambios repentinos en el color del cabello debido a un estrés extremo o al miedo, y las investigaciones recientes tienden gradualmente a confirmar su existencia.
Históricamente, el síndrome se remonta a la Revolución Francesa. En junio de 1791, la reina María Antonieta convenció a su esposo, el rey Luis XVI, de escapar hacia las tierras controladas por su hermano, el emperador José II, cuya ejército de 10,000 hombres les ayudaría a recuperar su trono. Sin embargo, el plan resulta desastroso. Disfrazados de niñera y criado, la pareja real abandona París a la caída de la noche, con la esperanza de llegar a sus aliados antes de ser capturados. Pero la noticia de su fuga se propaga rápidamente, y la Guardia Nacional francesa inicia una caza de la familia real. Son arrestados en la ciudad de Varennes, donde la identidad del rey se confirma gracias a su retrato en la moneda francesa. La pareja real es escoltada de regreso a París por guardias armados y ciudadanos, donde no volverán a salir. El rey es juzgado, declarado culpable de traición y ejecutado en 1793, seguido poco después por su esposa, María Antonieta.
Algunos dicen que al regresar a París, con 35 años, María Antonieta no era la misma mujer que había intentado escapar. Su cabello, una vez negro, se había vuelto blanco debido al choque provocado por su fracaso. Henriette Campan, una de sus damas de compañía, relata: « La primera vez que vi a Su Majestad después de los tristes acontecimientos del viaje a Varennes, sus rasgos no habían cambiado mucho. Sin embargo, después de sus primeras palabras amables, se quitó el sombrero y me pidió que notara el efecto que la tristeza había tenido en su cabello, que se había vuelto blanco en una sola noche, haciéndola parecer una mujer de setenta años. » Esta historia es el caso más famoso de lo que desde entonces se conoce como el síndrome de María Antonieta, un misterio para los científicos durante siglos. Se sabe bien que el cabello se vuelve blanco gradualmente con la edad, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si una transformación tan dramática podría realmente ocurrir de la noche a la mañana.
Aunque el caso de María Antonieta es el más documentado, no es el único. Siglos antes de la Revolución Francesa, Sir Thomas More, un humanista y abogado de renombre, habría experimentado una transformación similar. Después de rechazar poner fin a su primer matrimonio y separarse de la Iglesia Católica, More eligió el encarcelamiento y la ejecución. La noche antes de su ejecución en 1535, el cabello de More se vuelve repentinamente blanco. Otra historia relata la de María, Reina de Escocia, cuyo hijo aprobó su ejecución en 1587. Su cabello habría blanqueado completamente la noche antes de su muerte. Un testigo de la época, Pierre de Bourdeille, escribió: « No fue la vejez la que volvió su cabello blanco, sino las pruebas y desgracias que sufrió, especialmente durante su prisión. » En 1915, durante la Primera Guerra Mundial, médicos observaron un fenómeno similar cuando un soldado francés casi muere en la explosión de una mina en una batalla. Una revista científica de la época informó que al día siguiente, se notaron mechones de cabello blanco en el lado izquierdo de su cabeza.
A pesar de estos relatos históricos, muchos en el campo médico siguen siendo escépticos. El profesor Desmond Tobin, dermatólogo en la Universidad College Dublin, sostiene que tal transformación es imposible, ya que no hay células vivas en el cabello. Según él, el estrés psicológico o social no puede afectar las fibras capilares ya formadas, sino solo las que están en proceso de formación. Otras teorías sugieren que María Antonieta pudo haber teñido su cabello de blanco para ocultarse antes de su fuga de París. En el caso de Sir Thomas More, algunos sostienen que pudo haber padecido alopecia areata, una condición que causa una caída repentina del cabello. Los cabellos pigmentados son más propensos a caerse, por lo que el estrés asociado con la condena a muerte podría haber provocado la pérdida del cabello oscuro pigmentado de More, dejando solo el blanco, dando la impresión de un cambio repentino de color.
En 2020, una nueva opinión médica surgió cuando un estudio publicado en Nature sugirió que exponer a las ratas al estrés podría destruir las células responsables de la pigmentación del cabello, haciendo que aparezcan de repente manchas de pelaje blanco en las ratas estresadas. Esto sugiere que el blanqueo del cabello es posible, pero la probabilidad de que ocurra de la noche a la mañana sigue siendo debatida. Sin embargo, en situaciones extremas como las que vivió María Antonieta, podría ser plausible.
Este fenómeno raro y misterioso, aunque aún no completamente comprendido, sigue cautivando tanto a historiadores como a científicos. Ya sea provocado por un estrés físico o emocional, la transformación repentina del color del cabello refleja el profundo impacto que el miedo y la ansiedad pueden tener en el cuerpo humano.