Las patrullas navales en todas las fuerzas armadas del mundo desempeñan un papel crucial en la protección de las fronteras marítimas y la preservación de los activos nacionales. Esto quedó ejemplificado por un bote de patrulla venezolano que, tras sospechar de un barco de crucero, terminó en un incidente curioso después de chocar contra el barco que le ordenaba cambiar de rumbo, resultando en el hundimiento del bote de patrulla y causando solo daños menores al barco de crucero.
El incidente ocurrió en marzo de 2020, cuando el barco de crucero «Resolute» estaba ubicado a unos 24 kilómetros de la isla La Tortuga en Venezuela. Un barco de guerra venezolano, sospechando del barco de crucero, disparó contra él en lo que la compañía del barco con bandera portuguesa describió como una acción no provocada y agresiva en aguas internacionales, simplemente porque el barco estaba realizando un mantenimiento rutinario del motor. Poco después de la medianoche, el barco de guerra envió un mensaje por radio al «Resolute», alegando intenciones sospechosas y ordenando al capitán que se dirigiera a un puerto en la isla Margarita al este. Mientras el capitán del barco estaba en contacto con la sede de la compañía, el barco de guerra disparó contra él. Poco después, el bote de patrulla se acercó intencionalmente por el costado de estribor del barco de crucero en un aparente intento de desviarlo hacia las aguas territoriales venezolanas. A pesar de los daños menores al barco de crucero, el bote de patrulla se alejó y comenzó a hundirse debido a la entrada de agua por la colisión. El «Resolute» permaneció en la zona durante más de una hora y contactó a los coordinadores de rescate en Curazao, en el Caribe neerlandés, para solicitar ayuda. A pesar de numerosos intentos, no se recibió respuesta, y el barco finalmente navegó hacia Willemstad en Curazao.
Por otro lado, el ejército venezolano emitió un comunicado acusando a las personas a bordo del barco de crucero de haber cometido actos de agresión y piratería, alegando un comportamiento criminal y cobarde por no haber asistido a la tripulación. El comunicado añadió que todos los miembros de la tripulación del bote de patrulla fueron rescatados, aunque no se dieron más detalles. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, acusó al barco de crucero de causar el hundimiento del bote de patrulla y no descartó la posibilidad de que el barco de crucero transportara mercenarios para atacar las bases militares en Venezuela. Esta acusación siguió a las anteriores afirmaciones del presidente venezolano Nicolás Maduro de que Estados Unidos y otros países estaban conspirando para derrocarlo. Maduro declaró que se había iniciado una investigación y que esperaba «una cooperación total» de las autoridades en Curazao para descubrir la verdad.