Los jardines expansivos y artísticamente diseñados son algunos de los lugares más encantadores para visitar, especialmente cuando se busca un retiro sereno del ruido y el bullicio de la vida moderna. Aunque muchos jardines excepcionales en todo el mundo ofrecen paz y tranquilidad, el Jardín de los Venenos de Alnwick en Northumberland, Inglaterra, se destaca por su carácter único y peligroso. Conocido por albergar algunas de las plantas más tóxicas y mortales, este jardín exige una extrema precaución por parte de sus visitantes. Ignorar las advertencias y los letreros de seguridad puede poner en riesgo vidas, haciendo que la vigilancia sea crucial.
¿Qué distingue al Jardín de los Venenos de Alnwick?
Nombrado así por su proximidad al Castillo de Alnwick, la creación del jardín se atribuye a Jane Percy, la duquesa de Northumberland. Este condado histórico en el noreste de Inglaterra se extiende hasta la frontera con Escocia. La duquesa tenía el objetivo de transformar el área que rodea el castillo—anteriormente bosques comerciales con nada más que hileras de árboles de Navidad—en una atracción turística única que atraería a los visitantes, especialmente a los niños. En 1996, contrató al renombrado arquitecto paisajista Jack Firth, quien anteriormente había trabajado en los jardines presidenciales franceses, para ayudar a diseñar lo que se convertiría en una atracción de 12 acres que atrae a 600,000 visitantes anuales. A pesar de este éxito, la duquesa buscaba algo distintivo para diferenciar su proyecto de otros jardines en el campo inglés. Inicialmente planeando un jardín medicinal, su visión cambió después de visitar el infame Jardín de los Venenos de los Médicis en Italia. Esta visita la inspiró a crear un jardín con plantas mortales en lugar de curativas. Su idea se consolidó aún más con una visita posterior a un antiguo sitio hospitalario escocés, donde aprendió sobre el uso de opio y cicuta en amputaciones medievales. El objetivo era educar a los niños sobre la importancia de las plantas, destacando el contraste entre las especies que salvan vidas y las que amenazan vidas.
Una visita al Jardín de los Venenos de Alnwick
Establecido en 2005, el Jardín de los Venenos de Alnwick está ubicado detrás de una reja de hierro forjado negro adornada con calaveras y huesos cruzados y está lleno de numerosos letreros de advertencia. El jardín alberga actualmente más de un centenar de tipos de plantas tóxicas históricamente notorias responsables de numerosas muertes y enfermedades. Los visitantes reciben advertencias específicas de los guías para disfrutar de las plantas desde una distancia segura. Tocar, ingerir o incluso oler cualquiera de las plantas está estrictamente prohibido. Los padres que traen a sus hijos deben supervisarlos de cerca, ya que las consecuencias de ignorar las reglas pueden ser graves.
Seguridad y valor educativo
A pesar de estas estrictas medidas de seguridad, cada año, de 20 a 30 visitantes se convierten en víctimas de las plantas peligrosas del jardín, experimentando síntomas de intoxicación por inhalación de vapores tóxicos, particularmente de plantas de laurel que también crecen de forma silvestre en partes de Gran Bretaña. Estos incidentes a menudo llevan a los residentes locales a podar los setos de laurel y transportarlos en camiones, a veces resultando en accidentes debido a la somnolencia causada por la inhalación de vapores de las plantas. El jardín también presenta plantas con efectos graves; por ejemplo, la heracleum puede causar graves quemaduras y sensibilidad prolongada al sol, mientras que consumir una pequeña cantidad de bayas de belladona puede ser fatal para los niños. La planta de la cicuta induce alucinaciones, y su olor puede causar mareos. Los jardineros que trabajan con estas plantas deben usar guantes, protectores faciales y trajes de materiales peligrosos para garantizar su seguridad.
Sección educativa sobre plantas tóxicas
Además de sus plantas mortales, el Jardín de los Venenos de Alnwick incluye una sección dedicada a las plantas dañinas utilizadas en la producción de drogas, como el cannabis y la cocaína. Esta sección sirve como una herramienta educativa para crear conciencia sobre los peligros de las drogas, educando sutilmente a los niños sobre los riesgos asociados con estas sustancias. La duquesa ve esto como una forma de informar a los niños sobre los peligros potenciales de las drogas de manera natural y atractiva, sembrando conocimientos valiosos desde una edad temprana.