Aunque Game of Thrones terminó oficialmente en 2019 con la emisión de su octava temporada, su final sigue siendo un tema de controversia entre los fanáticos. Algunos consideran que fue un cierre lógico, mientras que otros creen que una serie tan emblemática merecía un final más acorde. Sin embargo, el último episodio logró responder a varias preguntas importantes sobre el destino de personajes como Jon Snow (Kit Harington), Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) y Tyrion Lannister (Peter Dinklage), además de presentar a un nuevo gobernante de Westeros. A pesar de la conclusión de la serie, cinco aspectos notables del último episodio podrían incitar a los espectadores a verlo nuevamente, aunque se advierte que podría haber spoilers si no han visto la serie completa.
La primera observación se refiere a una pista oculta en el cartel promocional de la primera temporada, que insinuaba el final. Cuando Game of Thrones se lanzó en 2011, HBO asumió un riesgo considerable con la serie, invirtiendo en la representación de los vastos territorios de Westeros y más allá. La trama central giraba en torno a los gobernantes de los Siete Reinos luchando por el control del Trono de Hierro. Al final de la serie, Bran Stark, también conocido como el Cuervo de Tres Ojos, es coronado rey de Westeros. Si se observa detenidamente el cartel de la primera temporada, que muestra a Ned Stark (Sean Bean) sentado en el trono, se puede ver un cuervo posado a su derecha, lo que prefiguraba el futuro papel de Bran.
La segunda observación trata sobre la decisión de Daenerys Targaryen de destruir Desembarco del Rey, que pareció impulsiva y no planificada. En el quinto episodio de la octava temporada, Daenerys ignora la rendición de Cersei Lannister y decide incendiar la ciudad con su dragón, Drogon. Aunque algunos especularon que este movimiento estaba calculado, los creadores de la serie, David Benioff y D.B. Weiss, explicaron más tarde que el deseo de destrucción de Daenerys fue desencadenado cuando vio la Fortaleza Roja, construida por sus antepasados Targaryen. Esta revelación hizo que la batalla fuera muy personal para ella, lo que la llevó a abandonar cualquier idea de misericordia.
La tercera observación señala que Jon Snow no cometió un asesinato premeditado al matar a Daenerys. En Game of Thrones, Jon mata a Daenerys después de darse cuenta de que no se puede confiar en ella para gobernar tras la masacre de los habitantes de Desembarco del Rey. La confronta y termina apuñalándola en un momento trágico. Según el actor Kit Harington, Jon no sabía que iba a matarla hasta que estuvieron cara a cara. En un comentario sobre el último episodio, Harington dijo: «No sabía que iba a traicionarla hasta el último momento», añadiendo que la amenaza de Daenerys hacia las hermanas de Jon hizo que la situación fuera profundamente personal para él.
La cuarta observación es que Drogon no tenía la intención de destruir el Trono de Hierro. Después de que Jon Snow mata a Daenerys, Drogon queda abrumado por el dolor y lanza una llamarada que funde el Trono de Hierro. Aunque esto puede parecer una destrucción deliberada del símbolo que causó la caída de Daenerys, el guion aclara que el trono no era el objetivo de Drogon. En cambio, se trató simplemente de una ráfaga de fuego que pasó por el trono en un momento de ira, derritiéndolo accidentalmente en el proceso.
Finalmente, la quinta observación arroja luz sobre las razones no expresadas por las que Bran Stark fue nombrado rey. Game of Thrones termina con Bran coronado como rey de los Seis Reinos, con el apoyo de Tyrion Lannister y otros. El guion también ofrece una idea de por qué los demás apoyaron su coronación. El Lord Edmure Tully (Tobias Menzies), tío de Bran, pensaba que podría influir en su sobrino, mientras que Lord Gendry Baratheon (Joe Dempsie) seguía el ejemplo de los demás. Ser Brienne de Tarth (Gwendoline Christie) permaneció leal a la familia Stark, y Yara Greyjoy (Gemma Whelan) sabía que su hermano, Theon (Alfie Allen), había muerto protegiendo a Bran, por lo que creía que el nombramiento de Bran como rey haría feliz a Theon.
Estos cinco aspectos no solo subrayan la profundidad de la narrativa en Game of Thrones, sino que también ofrecen a los fanáticos nuevas perspectivas a considerar al revisar la conclusión de la serie.