El deporte está diseñado para todos, sin distinción de capacidades. Un ejemplo destacado de inclusión son los Juegos Paralímpicos, donde atletas con discapacidad compiten en deportes adaptados a sus necesidades específicas. Entre estos deportes se encuentra el goalball, un juego en equipo diseñado para atletas con discapacidad visual. Se juega en una cancha similar a la de voleibol, donde los jugadores dependen en gran medida de su oído gracias a las campanillas dentro del balón, que les permiten seguir sus movimientos. Cabe destacar que el goalball no es exclusivo para personas con discapacidad visual: los jugadores sin discapacidad visual también pueden participar, pero deben llevar antifaces para asegurar condiciones de juego equitativas.
Historia del goalball
El goalball se originó en 1946 cuando el austríaco Hans Lorenzen y el alemán Sepp Reindle lo crearon. Desarrollaron este deporte como un medio para ayudar a la rehabilitación de los veteranos de guerra con discapacidad visual tras la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de los años, este juego evolucionó en un deporte competitivo, ganando popularidad en las décadas de 1950 y 1960. El goalball hizo su debut como deporte de demostración en los Juegos Paralímpicos de Verano de 1972 en Heidelberg, Alemania Occidental. Desde entonces, se ha convertido en uno de los deportes más populares de los Juegos Paralímpicos, con el primer Campeonato Mundial celebrado en Austria en 1978. En 1981 se fundó la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA), que se encargó de gestionar este deporte, organizando los torneos y estableciendo las reglas. Para 2017, el goalball se practicaba en 81 países y contaba con 270 árbitros internacionales.
Requisitos y reglas del goalball
El juego se desarrolla en una cancha de 18 metros de largo por 9 metros de ancho, con metas que abarcan todo el ancho de la cancha. El área de juego está dividida en seis secciones, cada una de 3 por 9 metros. La sección situada justo frente a la meta se llama zona de equipo, seguida de la zona de lanzamiento, mientras que las secciones centrales se conocen como zonas neutrales. La cancha está marcada con cinta adhesiva táctil, lo que permite a los jugadores sentir los límites y su posición en la cancha.
El balón de goalball pesa 1,25 kilogramos, tiene un diámetro de 24 centímetros y contiene ocho agujeros con campanas en su interior, lo que permite a los jugadores escuchar su movimiento. También existe una versión no oficial más ligera, de unos 0,9 kilogramos, que a veces se utiliza para jugadores más jóvenes.
Un equipo de goalball se compone de tres jugadores en la cancha y hasta tres suplentes en el banquillo. Las competiciones internacionales se dividen en categorías masculinas y femeninas, aunque algunas competiciones locales, especialmente en el Reino Unido, permiten equipos mixtos. Los jugadores se posicionan según tres roles: central, extremo derecho y extremo izquierdo. Aunque los jugadores pueden cambiar de posición durante el juego por razones tácticas, el central es generalmente responsable de la defensa, mientras que los extremos cubren los lados de la cancha.
Se anota un punto cuando el balón cruza completamente la línea de gol del equipo contrario. El equipo con más puntos al final del partido es el ganador. Si el juego termina en empate, se juegan dos períodos adicionales de tres minutos con la aplicación de la regla de gol de oro. Si no se marca ningún gol durante la prórroga, se realizan tiros penales para determinar al ganador. También se aplica una regla de clemencia si un equipo lleva una ventaja de 10 goles, lo que provoca el fin anticipado del partido.
Faltas e infracciones en el goalball
En el goalball, varias faltas pueden ocurrir, lo que generalmente resulta en la pérdida de posesión del balón o en un tiro penal para el equipo contrario. Las infracciones incluyen lanzamientos antes de que el árbitro autorice el juego, posesión del balón por más de 10 segundos o conducta antideportiva, como hacer ruidos que distraigan a los jugadores. Los jugadores también deben asegurarse de que el balón llegue a la zona del equipo contrario con cada lanzamiento; de lo contrario, se sanciona con una falta por «balón corto».
Etiqueta y conducta en el goalball
Dado que el goalball se basa principalmente en el oído, se prohíben todos los ruidos externos, incluidos los aplausos o vítores del público, así como los sonidos de teléfonos móviles. El público recibe recordatorios frecuentes de mantener el silencio. Los entrenadores no pueden hablar mientras el balón está en juego, para evitar influir en el partido. Todos los jugadores llevan antifaces para garantizar la equidad, incluso aquellos que tienen algo de visión. El comienzo del partido se determina mediante un sorteo de moneda.
Cómo se juega el goalball
Para marcar un gol, un jugador debe lanzar o hacer rodar el balón a lo largo de la cancha, tratando de superar a los defensores y anotar en la portería contraria. Los jugadores se orientan sintiendo las líneas táctiles y escuchando los sonidos emitidos por sus compañeros de equipo. Los defensores permanecen en la zona del equipo y se posicionan de manera que puedan bloquear el balón tumbándose con los brazos extendidos para cubrir la mayor distancia posible. Algunos jugadores prefieren bloquear el balón con el pecho para absorber el impacto, mientras que otros prefieren hacerlo con las piernas.
El goalball ha evolucionado más allá de su propósito original de rehabilitación para convertirse en un deporte competitivo respetado. Demuestra la capacidad de los atletas con discapacidad visual para sobresalir en un entorno dinámico y exigente, mostrando que el deporte es verdaderamente accesible para todos.