Llorar es una parte esencial de nuestra expresión emocional, nos guste o no. Los estudios muestran que las mujeres lloran con más frecuencia que los hombres, derramando lágrimas alrededor de cincuenta veces al año, en comparación con los hombres, que lo hacen unas diez veces al año. A pesar de que esta expresión espontánea es común entre todos los seres humanos, plantea una pregunta importante: ¿Por qué lloramos? ¿Por qué nuestros ojos se llenan de lágrimas durante momentos emocionales, ya sea de alegría o tristeza? En este artículo, buscamos responder a estas preguntas.
¿Qué es llorar? Entendiendo las lágrimas emocionales
Llorar se define como el acto de derramar lágrimas en respuesta a un estado emocional, que es completamente diferente a las lágrimas que no son provocadas por emociones. Aunque la fuente de las lágrimas es la misma en todos los casos, la composición y la naturaleza de las lágrimas difieren según la situación. Cuando una persona atraviesa una crisis emocional que la lleva a llorar, las lágrimas se secretan de la glándula lagrimal, ubicada entre el globo ocular y el párpado. Estas lágrimas están compuestas de agua para la hidratación, aceites lubricantes para prevenir la evaporación y mucosidad para ayudar a esparcir las lágrimas sobre la superficie del ojo como una película. Este proceso ocurre cuando la persona parpadea repetidamente, haciendo que las lágrimas fluyan ya sea por los ojos, como el agua que desborda de un fregadero, o por la nariz, lo que explica por qué una nariz que gotea a menudo acompaña al llanto.
Los tipos de lágrimas: más que solo agua
Las lágrimas son un ejemplo notable de la complejidad del cuerpo humano, ya que no hay un solo tipo de lágrimas, sino tres: basales, reflejas y emocionales. Las lágrimas basales, a menudo denominadas «lágrimas de trabajo», son esenciales para mantener la salud de los ojos al nutrir la córnea y mantenerla húmeda para evitar la sequedad. Las lágrimas reflejas, por otro lado, se producen en respuesta a irritantes, como partículas de polvo, humos o incluso el olor de las cebollas o los gases lacrimógenos. Las lágrimas emocionales son el resultado de emociones fuertes como el estrés, la alegría, la ira, la tristeza, el sufrimiento o incluso el dolor físico. Este tipo de lágrimas es único porque contiene un analgésico natural llamado «leucina encefalina», lo que podría explicar en parte por qué las personas se sienten mejor después de llorar durante un tiempo.
La ciencia detrás del llanto: desencadenantes emocionales y el cerebro
Entonces, ¿por qué las lágrimas acompañan al llanto? La respuesta radica en una parte del cerebro responsable de las emociones humanas llamada «sistema límbico», que está conectado al sistema nervioso autónomo, un sistema involuntario más allá del control consciente. Este sistema incluye un neurotransmisor llamado «acetilcolina», que tiene un cierto grado de control sobre el sistema de producción de lágrimas del cuerpo. En términos simples, tu reacción emocional a una situación desencadena tu sistema nervioso, que a su vez activa tu sistema de producción de lágrimas como una forma de comunicación no verbal para buscar ayuda y apoyo de las personas que te rodean en momentos de necesidad. Los psicólogos creen que esta interacción social y la sensación de apoyo son las principales razones por las que las personas a menudo se sienten mejor después de llorar.
Llorar: una reflexión del espacio y el tiempo
Los científicos dividen el llanto en dos tipos: espacial y temporal. El tipo espacial está relacionado con los lugares; por ejemplo, puedes llorar porque quieres estar en algún lugar, como en casa o en cualquier otro lugar. El tipo temporal gira en torno a la reflexión sobre el pasado o el futuro, lo que puede evocar emociones, como cuando piensas en el aniversario de la pérdida de un ser querido. Llorar es interesante en sí mismo, ya que no solo moja tu cara, sino que también implica una serie de otros efectos, incluidos el aumento de la frecuencia cardíaca, la sudoración, la desaceleración de la respiración e incluso un nudo en la garganta. Estos fenómenos ocurren debido a la activación del sistema nervioso simpático en respuesta a un estado emocional o cualquier otra condición psicológica que produzca lágrimas. Incluso hay mitos que sugieren que si las lágrimas comienzan en el ojo derecho, significa felicidad, y si comienzan en el ojo izquierdo, indica tristeza, pero la investigación científica ha demostrado que esta creencia es incorrecta.
Llorar: una herramienta de comunicación para los bebés
Llorar no se limita a los adultos, sino que también se extiende a los bebés, que lo utilizan principalmente como una forma de comunicación en lugar de una expresión de emoción debido a su capacidad limitada para expresarse. Su llanto puede clasificarse en tres tipos: llanto básico para la comunicación, llanto de enfado para expresar descontento y llanto de dolor que proviene de una sensación dolorosa.
En conclusión: el papel positivo de las lágrimas
Finalmente, las lágrimas son una representación positiva de quiénes somos, ya que destacan nuestros profundos vínculos emocionales con nuestro mundo en el pasado, presente y futuro. Se ha demostrado científicamente que las lágrimas son esenciales para el bienestar humano, ya que ayudan a que nos sintamos mejor. Por lo tanto, no hay vergüenza en llorar o derramar lágrimas por el bien de tu salud mental.