Con el creciente interés en los viajes espaciales y la discusión sobre la creación de colonias espaciales, así como el interés del cine en representar estas visiones en sus películas, muchas personas comienzan a hacer preguntas sobre este tema. En particular, se están planteando preguntas sobre cómo se manejará la atención médica en áreas sin gravedad. Por ejemplo, ¿se puede realizar una cirugía en el espacio, dado que estas operaciones requieren ciertas condiciones para tener éxito, incluyendo que el paciente esté anestesiado e inmovilizado para permitir que los cirujanos trabajen sin obstáculos? Estas son preguntas a las que responderemos en este artículo.
Para comenzar, las emergencias médicas en el espacio siguen siendo extremadamente raras. Ningún astronauta ha sido sometido a una cirugía en órbita o más allá, ya sea en misiones lunares o durante la ocupación continua de la Estación Espacial Internacional (EEI). Sin embargo, estas preocupaciones se toman muy en serio para evitar posibles problemas. Los astronautas reciben formación en algunas habilidades básicas de primeros auxilios, como suturar heridas, extraer dientes y administrar diversas inyecciones. Estos procedimientos ayudan a aliviar los problemas médicos comunes que enfrentan los astronautas, como el mareo espacial, las quemaduras y dolores generales. En general, los astronautas seleccionados por la NASA gozan de una excelente salud, habiendo pasado una serie de rigurosas pruebas médicas que determinan su aptitud para vivir en el espacio.
En cuanto a realizar una cirugía en el espacio, la NASA ha estado preocupada por este problema. En 1991, el astronauta retirado Mark Campbell intentó realizar una cirugía en un conejo dentro de un simulador de gravedad cero conocido como «vomit comet» (cometa del vómito), una cámara de entrenamiento en la que los astronautas experimentan microgravedad durante 25 segundos, lo que explica su nombre debido al vómito que puede inducir. Campbell se mantenía flotando sobre una mesa de operaciones con un conejo acostado, inmovilizado y bajo anestesia. Cuando cortó la arteria carótida del conejo, observó que la sangre fluía hacia arriba en burbujas antes de detenerse, y luego comenzó a aglutinarse, formando una cúpula temblorosa sobre la herida, similar a la gelatina. Campbell luego intentó cortar otra arteria, y el resultado fue el mismo. Concluyó que la sangre se comporta de manera diferente en microgravedad de lo esperado, expresando su frustración de que el sangrado no ocurrió como se había previsto. Encontró que es extremadamente difícil proceder con una cirugía en el espacio debido a los desafíos únicos de un entorno sin gravedad, como mantener un ambiente estéril y seguro.
A pesar de estas dificultades, se están considerando algunas alternativas para las emergencias médicas en la Estación Espacial Internacional. La cápsula Soyuz rusa, amarrada a la estación y que sirve como una especie de bote salvavidas, puede regresar a los astronautas a la Tierra en 24 horas. Sin embargo, este regreso no es sencillo y puede someter al astronauta herido o enfermo a condiciones difíciles en la Tierra, haciendo que la situación sea aún más complicada.
Otro problema con la realización de cirugías en el espacio está relacionado con la anestesia. Dado que la anestesia se administra generalmente por inhalación, existe el riesgo de que parte de ella se escape debido a la microgravedad, lo que podría afectar a los otros astronautas. Por lo tanto, la medicina espacial se limita a medicamentos inyectables o ingeribles solamente. La efectividad de estos medicamentos en condiciones espaciales extremas sigue siendo incierta. Además, los equipos médicos tradicionales, como las herramientas de diagnóstico por imagen, son demasiado grandes para ser lanzados al espacio, lo que hace crucial el desarrollo de equipos más pequeños. Actualmente, no hay soluciones viables para realizar cirugías en el espacio, excepto esperar un avance tecnológico, posiblemente involucrando cirugía robótica o avances en cirugía remota, incluso en el espacio.
A medida que la distancia aumenta, como en las misiones a Marte y la creación de colonias allí, la dificultad para realizar cirugías aumentará. Los retrasos en la comunicación de Marte a la Tierra son de aproximadamente 20 minutos, lo que puede ser crucial en situaciones de vida o muerte. El Dr. Michael Barrett, astronauta y médico, reconoce que existen limitaciones significativas sobre lo que los médicos pueden hacer en el espacio para salvar a un paciente gravemente enfermo o herido. Cuanto más lejos estemos de la Tierra, más desafiante se vuelve la situación. Por ejemplo, si estás en la Luna, puedes enviar una señal de emergencia inmediata, pero el regreso a la Tierra puede tardar cinco días, un período difícil para cualquier paciente que necesite atención urgente.
Por lo tanto, realizar una cirugía en el espacio es actualmente muy difícil, si no imposible. En el caso de un caso grave o la muerte de un astronauta, y con la dificultad de regresar a la Tierra, la tripulación restante tendrá que considerar seriamente cómo manejar el cuerpo, ya sea enterrándolo en el espacio dentro de una cámara de presión antes de enviarlo fuera del cosmos o conservándolo de alguna manera hasta su regreso a la Tierra.