Para atraer a los clientes hacia un producto, se pueden emplear diversas estrategias, y cuanto más creativas sean las ideas, más atención generan. Algunas ideas pueden incluso superar los límites de la lógica, llevando a promociones extravagantes e incluso peligrosas. Eso es exactamente lo que hizo Max Motors para vender coches.
En 2009, la empresa, ubicada en Missouri, EE.UU., presentó una de las promociones más inusuales: con la compra de un coche, los clientes recibirían un vale de $450, que se podía canjear por un rifle de asalto AK-47.
Aunque la oferta pueda parecer extraña, lo que es aún más sorprendente es la respuesta sin precedentes de los clientes, lo que llevó a muchas críticas hacia el propietario de la empresa, Mark Moller, especialmente de organizaciones antiarmas. Argumentaron que la promoción estaba fomentando la violencia en la sociedad estadounidense. Sin embargo, Moller desestimó estas críticas, afirmando que su motivación era su creencia en el derecho a la autodefensa. Citó un caso en el que una familia estadounidense fue atacada por una banda debido a la falta de armas para protegerse. También argumentó que la oferta estaba promoviendo la industria estadounidense, ya que el rifle, aunque originalmente ruso, era fabricado en EE.UU., apoyando tanto a los coches como a las armas estadounidenses.
Moller aseguró al público que la promoción no era tan simple como parecía. Tras recibir el vale, los clientes debían acudir a tiendas de armas especializadas y autorizadas para recibir su rifle, de acuerdo con las leyes estatales sobre armas. Concluyó diciendo que no hay nada mejor que el olor de un coche nuevo mezclado con el aroma de la pólvora.
Algunos observadores creen que la motivación detrás de esta promoción fue una oferta anterior realizada por la empresa, que permitía a los clientes elegir entre un arma de fuego o gasolina para su vehículo. Descubrieron una preferencia del 80% por las armas, lo que llevó al cambio de pistolas a rifles de asalto.