La Unión Soviética, alguna vez una superpotencia colosal y un vasto imperio, se extendía desde el mar Báltico y el mar Negro al oeste hasta el océano Pacífico al este. Compuesta por 15 repúblicas socialistas con Moscú como capital, la URSS era, en su apogeo, el país más grande del mundo en términos de superficie, cubriendo casi una sexta parte de la superficie terrestre. También era uno de los países más diversos étnicamente, albergando más de 100 nacionalidades distintas dentro de sus fronteras. A pesar de esta diversidad, la mayoría de su población estaba compuesta por eslavos orientales (rusos, ucranianos y bielorrusos), que juntos representaban más de dos tercios de la población total a finales de los años 80. Entre 1946 y 1991, la Unión Soviética cubría un área siete veces mayor que la India y dos veces y media mayor que los Estados Unidos. Esta vasta extensión y el abismo ideológico entre el comunismo y el capitalismo definieron la era de la Guerra Fría, dando lugar a una rivalidad geopolítica intensa con Estados Unidos. La Guerra Fría finalmente terminó con la disolución de la URSS, reemplazada por la Federación Rusa.
1. Formación y Estructura de la Unión Soviética
1.1 Las Repúblicas Soviéticas
La Unión Soviética estaba compuesta por 15 repúblicas: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. Su territorio se extendía a través de 11 de los 24 husos horarios mundiales, desde el mar Báltico cerca de Kaliningrado en el oeste hasta el Cabo Dezhnev en el estrecho de Bering en el este. De norte a sur, abarcaba 4.500 kilómetros, desde el Cabo Chelyuskin hasta Kushka en la frontera afgana. La URSS poseía la costa más larga del mundo y las fronteras más extensas, tocando el océano Ártico al norte, el océano Pacífico al este, y compartiendo sus fronteras con varios países, incluidos Corea del Norte, Mongolia, China, Afganistán, Irán y Turquía. También bordeaba tres mares: el mar Caspio, el mayor mar interior del mundo, el mar Negro y el mar de Azov casi completamente cerrado. Al oeste, sus fronteras estaban compartidas con Rumanía, Hungría, Checoslovaquia, Polonia, Finlandia y Noruega.
1.2 Herencia del Imperio Ruso
La Unión Soviética emergió de las cenizas del Imperio Ruso después de la revolución de 1917. Se establecieron cuatro repúblicas socialistas fundamentales sobre el antiguo territorio imperial: la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR), la República Socialista Federativa Soviética del Transcaucásico, y las Repúblicas Socialistas Soviéticas de Ucrania y Bielorrusia. El 30 de diciembre de 1922, estas repúblicas formalizaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, integrando posteriormente otras repúblicas como Turkmenistán y Uzbekistán. Tayikistán se unió en 1924, Kazajistán y Kirguistán en 1929, y la República del Transcaucásico se disolvió en 1936, dividiendo su territorio entre Armenia, Azerbaiyán y Georgia. Moldavia, Estonia, Letonia y Carelia finlandesa se unieron en 1940, elevando el total a 15 repúblicas. El sistema soviético se caracterizaba por una estructura política altamente centralizada y autoritaria, basada en una economía planificada centrada en la propiedad estatal de los medios de producción y distribución, dirigida por una serie de planes quinquenales.
2. Evolución Política y Económica
2.1 La Era de Stalin
El régimen de Joseph Stalin marcó una época de cambios dramáticos. Sus políticas de industrialización rápida y colectivización buscaban modernizar la economía soviética y consolidar la producción agrícola. Aunque estas iniciativas llevaron a un crecimiento industrial significativo, también causaron un gran sufrimiento humano, incluidas las hambrunas resultantes de la colectivización forzada. El régimen de Stalin era notorio por su represión política, incluida la Gran Purga, que implicaba arrestos masivos y ejecuciones.
2.2 Período Post-Guerra
Después de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética emergió como una superpotencia global, estableciendo regímenes comunistas en Europa del Este y entrando en una prolongada Guerra Fría con los Estados Unidos. La influencia de la URSS se extendió globalmente, afectando diversas regiones a través de medios políticos, militares y económicos. El papel soviético en la victoria aliada sobre la Alemania nazi y sus políticas expansionistas fueron aspectos clave de su estrategia post-guerra.
2.3 Jruschov y Reformas
El mandato de Nikita Jruschov vio un alejamiento de las políticas estalinistas con la desestalinización y los intentos de reforma. El liderazgo de Jruschov enfrentó desafíos, incluida la crisis de los misiles en Cuba, que llevó al mundo al borde de una guerra nuclear. A pesar de las reformas, la era de Jruschov se caracterizó por la inestabilidad política y dificultades económicas.
2.4 Brezhnev y Estancamiento
El período de Leonid Brezhnev a menudo se asocia con estabilidad pero también con estancamiento. La economía soviética experimentó un crecimiento lento, y la vida cultural y política se volvió cada vez más conservadora. La invasión soviética de Afganistán en 1979 tensó los recursos y las relaciones internacionales, complicando aún más la era Brezhnev.
3. Reformas de Gorbachov y Desintegración de la URSS
3.1 Perestroika y Glasnost
Mijaíl Gorbachov, quien llegó al poder en 1985, introdujo reformas significativas para abordar los problemas sistémicos de la Unión Soviética. La Perestroika (reestructuración) buscaba reemplazar la economía planificada con elementos de economía de mercado, mientras que la Glasnost (apertura) buscaba aumentar la transparencia y la libertad política. A pesar de las intenciones de estas políticas, llevaron a una disminución de la producción en muchos sectores y a un aumento en los problemas de distribución.
3.2 Cambios Políticos
Las reformas políticas de Gorbachov incluyeron el reemplazo del viejo Soviet Supremo por un nuevo Congreso de los Diputados del Pueblo, compuesto por 2.250 miembros elegidos por diversos medios. Este órgano elegía un nuevo Soviet Supremo y su presidente, quien debía actuar como el jefe ejecutivo de la URSS. Las reformas también llevaron a la creación de nuevos Consejos de Diputados del Pueblo en cada república. A partir de 1989, surgieron conflictos entre el gobierno central soviético y las repúblicas individuales sobre la distribución de poderes, exacerbados por el resurgimiento del nacionalismo étnico y las demandas de autonomía incrementada, e incluso de independencia total.
3.3 El Intento de Golpe y la Disolución
En agosto de 1991, un fallido intento de golpe por parte de duros comunistas y el KGB para destituir a Gorbachov marcó un punto crítico. El golpe, que buscaba restaurar el viejo régimen, finalmente condujo a la disolución del Partido Comunista. En diciembre de 1991, la Unión Soviética había prácticamente dejado de existir. Las tres repúblicas bálticas – Estonia, Letonia y Lituania – obtuvieron independencia total y fueron reconocidas internacionalmente como estados soberanos. Las repúblicas restantes intentaron negociar una nueva unión de estados soberanos con un cierto grado de integración en política exterior, defensa y asuntos económicos. Sin embargo, estas negociaciones fracasaron, y las repúblicas comenzaron a funcionar como estados independientes. El 8 de diciembre de 1991, Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron un acuerdo para establecer la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que luego incluyó todas las repúblicas restantes excepto Georgia. La CEI enfrentó grandes dificultades para llegar a políticas comunes, y la disolución de la Unión Soviética se convirtió en una realidad.